Científicos y funcionarios gubernamentales aseguran que un desastre invisible azota las misteriosas profundidades del Golfo de México, la ruina de un mundo habitado por enormes cachalotes y minúsculo plancton.
Los investigadores aseguran que hay al menos dos gruesas columnas submarinas de petróleo, cada una a cientos de metros de profundidad y extendiéndose a lo largo de varios kilómetros.
Sin embargo, el director general de British Petroleum PLC, que durante semanas minimizó todo lo relacionado con la crisis, desde la cantidad de crudo derramándose al mar hasta el impacto sobre el ambiente, dijo que “no hay evidencia” de que enormes cantidades de petróleo permanezcan suspendidas en lo profundo del mar.
Tony Hayward, director general de BP, la cual alquilaba la plataforma petrolera que explotó, señaló que por naturaleza el petróleo gravita hacia la superficie, y que todo el crudo en el fondo del mar simplemente avanza hacia arriba. Sin embargo, los investigadores dicen que el desastre en aguas donde no llega la luz pudiera extenderse a través de la cadena alimenticia.
“Cada pez e invertebrado que haya entrado en contacto con el petróleo se está muriendo. No tengo duda de eso”, dijo Prosanta Chakrabarty, bióloga marina de la Universidad del Estado de Louisiana.
Una cámara que opera las 24 horas colocada sobre el pozo que explotó y que sigue arrojando petróleo, así como las imágenes de aves muertas cubiertas de crudo son evidencia de la calamidad. Al menos 76 millones de litros de petróleo, la cantidad estimada más conservadora, y posiblemente 170 millones de litros en el peor de los casos, se derramaron al mar desde que la plataforma Deepwater Horizon explotó y se hundió en abril.
Pero no hay ninguna cámara para registrar lo que ocurra en el resto del enorme Golfo de México, que se extiende a lo largo de 1,6 millones de kilómetros cuadrados y tiene más de 4.300 metros en su punto más profundo.
Cada noche, los moradores de las profundidades hacen excursiones a aguas menos profundas para comer, y ser comidos, por otros peces, de acuerdo con científicos marinos, los cuales describen estos movimientos como la mayor migración sobre la Tierra.
A su vez, varias especies ubicadas más cerca de la superficie, incluyendo el pargo rojo (también conocido como huachinango), el camarón y el sábalo atlántico, ayudan a impulsar la industria pesquera de la costa del Golfo de México. Otros como el marlín, el cobia y el atún de aleta amarilla están en la parte superior de la cadena alimenticia y su depredador es la flota pesquera que recorre esas aguas.
Muchas de esas especies se encuentran ahora en su temporada anual de desove. Los huevos expuestos al petróleo morirían rápidamente, y las crías que lograran sobrevivir morirán de hambre si el plancton en la base de la cadena alimenticia sigue pereciendo por el crudo.
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