El 8 de enero se cumplieron 10 meses de la desaparición de Rodolfo
Zembruski, el hombre de 83 años que se ausentó de su casa en la zona de
colonia Roca Chica, en Gobernador Roca. Las búsquedas policiales fueron
muy intensas durante las primeras semanas, con reportes habituales, pero
poco a poco las pistas y los informes se desvanecieron.
El hombre, descripto como de contextura robusta, de unos 1,80 metros de
altura, tiene tez trigueña, ojos celestes, cabello negro con canas y
barba, padecía alzheimer y dijo -según la denuncia - que iba a salir a
buscar sus caballos el 8 de marzo último. Desde entonces el misterio
persiste.
“Está muy quieto todo, a partir de los dos o tres meses ya no se buscó
más desde la Policía. Nosotros seguimos investigando, pero tenemos muy
pocos datos. No se sabe cuál es el destino de mi papá”, dijo ayer a El
Territorio Aldo Zembruski, uno de su hijos.
El hombre recordó que con el correr de las investigaciones descartaron
algunas pistas, como la que su padre se tomó un colectivo a Puerto Rico.
También deslizó algunas dudas sobre cómo es que el anciano desapareció,
puesto que describió que “era muy difícil sacarlo de su casa, él no
quería salir de ahí, era muy casero. Hasta para llevarle al médico era
una pelea con él”.
Sin querer profundizar sobre sus sospechas, que apuntarían a su círculo
más íntimo, Aldo relató que en la actualidad vive gente en la casa de
Don Rodolfo, aunque desconoce cómo es que llegaron ahí. Al lado de esa
vivienda reside uno de sus hermanos, con quien al parecer tiene poca
comunicación.
En diálogo con el programa Acá te lo contamos de Radioactiva, Aldo
señaló que fueron las primeras fiestas sin su padre y admitió que él la
actualidad no fue más a la casa de Rodolfo, ya que verlo era lo único
que lo motivaba a hacer ese viaje.
Insistió que desde la Policía de Misiones no tuvo “ninguna noticia, nunca más me dieron ningún informe de que siguen buscando”.
Recordó que la última vez que tuvo contacto con las autoridades fue tres
meses después de la desaparición y que desde entonces están buscando
saber qué pasó de forma particular, con Bomberos de Posadas que se
ofrecieron para ayudar y integrantes de foros de seguridad.
Además adelantó que con su hermana, radicada en Oberá al igual que él,
están pensando en hacer una movilización o reclamo pronto.
El recuerdo de Ifrán
El caso de Zembruski despertó una inevitable comparación con el del
posadeño Manuel Ifrán. El anciano 72 años también padecía alzheimer y
desapareció de su casa del barrio Mini City cerca de las 2 de madrugada
del 12 de abril de 2017, junto a su perra Lali y una bolsa con
medicamentos.
La familia de Ifrán recibió la colaboración de toda la sociedad
misionera y además se logró un año más tarde que el anciano sea incluido
en el Sistema Federal de Búsqueda de Personas del Ministerio de
Seguridad de la Nación, que ofreció una recompensa de 250.000 pesos. El
tiempo pasó y las novedades fueron nulas.
Finalmente, el 17 de mayo 2018 un obrero que estaba trabajando con
cables de alta tensión se topó con un esqueleto en una zona de bañados
en el barrio Cocomarola Este. Tiempo después sus hijos reconocieron las
prendas como suyas.
La confirmación científica recién llegó en noviembre: la Justicia
notificó que el examen de ADN realizado a las muestras obtenidas a
partir del esqueleto encontrado y el patrón genético de dos hijas de
Ifrán dieron resultado positivo, lo que confirmó la identidad de los
restos óseos.
En mayo pasado, la familia despidió los restos del hombre y entonces
contaron que se comunicaron con los hijos de Zembruski para guiarlos y
ayudarlos en las pesquisas.