Ángel D'Annunzio: “Nuestro objetivo es bajar un 30% la mortalidad por cáncer de cuello uterino”

Lunes 10 de agosto de 2020 | 06:00hs.

Griselda Acuña

Por Griselda Acuña interior@elterritorio.com.ar

Cada vez que menciona objetivos, desafíos y logros lo hace en plural. Si bien lidera una cruzada por la calidad de vida, prefiere siempre destacar el “trabajo en equipo”. Nació en Posadas, donde cursó sus estudios primarios y secundarios, en tanto dejó su hogar en 1997 y se dirigió a Buenos Aires, para formarse en la profesión que tanto ama. Y, hace exactamente diez años regresó, para replicar en Misiones todo el conocimiento adquirido en los mejores hospitales del país.

Ángel D’Annunzio (41) es un reconocido oncólogo de la ciudad, la provincia y la región, no sólo por su formación académica sino por lo que deja en sus pacientes. Accedió a la cita de ConCiencia, un ciclo de charlas con especialistas de la salud que tiene entrega mensual. Las entrevistas estarán en la plataforma www.elterritorio.com.ar.
D’Annunzio dirige actualmente el Instituto Misionero del Cáncer (IMC) que funciona en el Parque de la Salud. Antes de que el IMC fuera una realidad, se desempeñaba como jefe del servicio de Oncología del hospital Ramón Madariaga, desde donde llevó adelante un trabajo de investigación, en 2013. En un mes la teoría se volverá práctica. ¿La meta? Salvar la vida de las mujeres que padecen esta cáncer de cuello uterino.

Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa tienen las tasas más altas de mortalidad en la geografía argentina. “Para tener una idea del problema, en el Madariaga diagnosticamos un nuevo caso de cáncer de cuello uterino por semana”, señala el médico.

Hablar de cáncer asusta, como estamos a nivel mundial, nacional y regional con respecto a esta enfermedad?

Hasta esta etapa del año el cáncer ya mató a 4 millones de personas. El tema está en la diferencia en la forma y la agudeza que tiene respecto al coronavirus pero el impacto del cáncer es altísimo. Se convierte un un problem mundial, de toda la humanidad y los médicos debemos conocer lo que se viene y dejar allanado el camino para que las próximas generaciones de médicos puedan trabajar mejor. En general, en Argentina hay 120 mil nuevos casos de cáncer por año, de los cuales 60 mil fallecen. La cantidad oficial de muertes en nuestro país es de 60 mil por año. En Argentina hay diferentes formas de cáncer, en diferentes regiones. El cáncer no es mismo en todos lados y es importante saberlo porque en nuestra región también hay diferencias. No tenemos la misma incidencia de cáncer que en Capital Federal.

El cáncer de cuello uterino, en cáncer de cabeza y cuello son más típicos de nuestra región, por diferentes factores, ya sea lo cultural, el virus de HPV (Virus Papiloma Humano).
¿El cáncer de cuello uterino representa entonces en Misiones y el NEA un problemática?


Sí, en Misiones, Formosa, Chaco y Corrientes el problema es el cáncer de cuello uterino. ¿Por qué digo esto? Porque somos los abanderados de la mortalidad en el país, las cuatro provincis. A partir de ahí, buscamos formar nuestra primera misión como médicos, porque es una enfermedad que se puede erradicar. Es un cáncer que podemos hacer que desaparezca para siempre de nuestra región. Hoy está matando cada año cerca de 400 mujeres en el NEA, y sabemos que esta enfermedad puede ser erradicada. Otros paises lo han hecho, otra ciudades lo han hecho, entonces nos queda copiar esos mecanismo y optimizar nuestros mecanismos de tratamiento. Primero: bajar la mortalidad, salvar más mujeres y segundo hacer un screening de detección temprana y evitar que aparezca la enfermedad.

¿Cómo podemos hacer eso? ¿Cómo lograr erradicar esa enfermedad?


Es triste cuando vamos a los congresos y ver que las tablas de mortalidad las encabezan Misiones, Corrientes, Formosa y Chaco. Hay algo que es prevención primaria, que es la vacunación, que estamos cada vez más vacunando a niñas y a niños de 11 años contra el Virus Papiloma Humano (HPV). La prevención secundaria que es el PAP (Papanicolaou), la colposcopia, el test de HPV después de los 30 años en toda mujer activa sexualmente. Y después optimizar el tratamiento. Tenemos tres oportunidades para atacar esta enfermedad que encima es lenta. Las madres deben entender que vacuna a su hijo de 11 años contra el HPV le puede salvar la vida. Después el tema del PAP anual que puede detectar de manera temprana la enfermedad. Ahora bien, los test de prevención han fracasado en Argentina, y en Latinoamérica. No se logró de bajar la mortalidad en los países del tercer mundo.

Nosotros, en el Instituto Misionero del Cáncer tenemos un proyecto desde el año 2014 sobre cómo tratar a las mujeres y porqué nosotros somos los abanderados de la mortalidad. Y descubrimos que dentro de la fase del tratamiento de la mujer, todas las mujeres del NEA están haciendo el tratamiento en forma y no en tiempo. Lo descubrimos cuando empezamos a ver que nuestra sala en el año 2013 en el Madariaga, se morían más de lo que decían los libros. Nos preguntamos porqué esto. Y a partir de ahí y gracias al doctor Matías Chacón de Buenos Aires y todo el apoyo del hospital, hicimos un estudio de investigación en el hospital que presentamos en el Congreso Mundial de Oncología, en Chicago, Estados Unidos, en el año 2014.

Descubrimos que la mortalidad del NEA es por falta de hacer en tiempo y forma la braquiterapia ,que es un tratamiento que consiste en colocarle a la mujer una pastilla radiaoctiva dentro del cuello uterino y termina de matar al tumor. Pero eso tiene que ser en un período de ocho semanas, es un tratamiento con rayos externos y rayos internos que es la braquiterapia. Esa articulación estábamos haciendo en 20 o 30 semanas todo el tratamiento con lo cual bajaba muchísimo la efectividad. Estábamos curando una de cada cinco mujeres pero cuando hacemos el tratamiento en ocho semanas, la tasa de curación es del 50 por cierto no de un 20 por ciento. Vamos a poder curar una de cada dos mujeres y no una de cada cinco. Entonces empezamos a trabajar con la gente de la Fundación del Parque de la Salud. Esto es un trabajo muy serio académico. Lo hicimos con referencias bibliográficas nacionales y se compra el aparato a partir de esto...

¿Se refiere a la máquina para hacer braquiterapia?

Exactamente, complementando al aparato grande que hace un año está funcionando en el IMC. Porque el tratamiento es cinco semanas con el aparato grande y cuatro aplicaciones con el aparato chico de la braquiterapia. Cuando las dos modalidades se hacen en ocho semanas, la tasa de curación es de un 50 % . En cambio cuando hay desfasaje la tasa de curación es menos del 10 %. Hoy podemos cambiar la realidad, no sólo de nuestra provincia sino de toda la región y poder hacer que esas columnas que integran nuestra región desaparezcan.

¿Cómo sería la logística?

Con nuestro grupo de trabajo ideamos un proyecto de traer a las mujeres a hacer la braquiterapia a Misiones. Nuestro proyecto es regional: son 500 mujeres en el nea que necesitan este tratamiento. De esas mujeres, hoy se mueren 350 mujeres.

¿Cómo impactará el tratamiento en la tasa de mortalidad?

La medicina puede salvar la vida de 125 mujeres cada año. Estamos hablando de salvar alrededor de 500 mujeres en cuatro años. Si logramos que las 500 mujeres del NEA que necesitan hacer este tratamiento, lo hagan en ocho semanas vamos a aumentar la supervivencia en un 30 %. Hoy en día de 500 mujeres que tienen esta enfermedad fallecen 350, entonces la idea es que de esas mujeres hagamos que esa mortalidad disminuya. Creemos que la mortalidad puede disminuir en 30 % y si somos más optimistas hasta un 50 %. Ese es el objetivo de nuestro trabajo, salvar vidas.

Ya está en insumo y el recurso humano ¿cuándo se pondría en marcha este proyecto?

Estamos muy cerquita, venimos trabajando desde 2013 y 2014 y estamos a un mes de comenzar. Ya nos aprobaron la importación del material radiactivo de Alemania para el Parque de la Salud. Todo esto es a pulmón, con apoyo del presidente del Parque de la Salud. Podemos empezar ahora tenemos el recurso humano, tenemos el búnker preparado. La idea es empezar con nuestras pacientes y después lanzar a nivel regional para que esas mujeres que vengan tengan alojamiento acá y estén bien atendidas.

Este es un logro alcanzado con el apoyo sostenido de mucha gente de la política y de muchos años. Son proyectos a largo plazo, es muy difícil técnicamente instalar equipos radioactivos, necesitan na estructura contenida, segura, requiere de pruebas y de niveles de seguridad muy altas. Y lo pudimos lograr. No tercerizamos la prestación. Es de Misiones y es del Parque de la Salud; para nosotros es un orgullo porque lo vivimos desde el principio. Somos testigos de este cambio.

¿Qué expectativa de vida tiene una mujer que recibe este tratamiento? Y qué síntomas o indicadores debe tener una persona para hacer una primera consulta al oncólogo?


El cáncer de cuello uterino principalmente se manifiesta por sangrado más allá del ciclo menstrual. En general, si las mujeres pre-menopaúsicas, de 30 o 40 años, tiene mayor sangrado de lo habitual en su ciclo menstrual puede ser un síntomas; sangrado vaginal entre los ciclos menstruales, dolor o sangrado en las relaciones sexuales son síntomas muy comunes. Flujo vaginal, infecciones recurrentes o enfermedades inflamatorias pelvianas.

Es importante saber que este cáncer existe en la sociedad y existe en Posadas. Hacerse los estudios le puede salvar la vida. No es para alarmar pero es una realidad y es para poner un manto de conciencia: nosotros por semana estamos diagnosticando en el Madariaga un nuevo caso de cáncer de cuello uterino de Posadas. Esta semana diagnosticamos uno, la semana ue viene otro y así sin fin de lunes a lunes

¿De qué edades son esas mujeres?

En general nuestro promedio es entre 40 y 50 años. En nuestro estudio nosotros tenemos incidencia de menor edad que en otras ciudades. Son mujeres jóvenes.

El cáncer de cuello uterino no termina en la muerte de la mujer, porque esa mujer generalmente tiene muchos hijos. Porque generalmente este cáncer aparece o tiene más incidencia en la mujer multípara, es decir, más de tres hijos. Entonces no sólo termina con la vida de la mujer sino que hace estragos en familias vulnerables, de baja condición socio-económica. Esos chicos que quedan sin la mamá quedan también muy vulnerables y más frágiles para el resto de sus vidas. Nosotros lo vemos como médicos; lo vemos en la sala. Salvar una vida es quizás salvar varias generaciones de chicos felices. Ese es nuestro espíritu, nuestro leitmotiv que nuestras mujeres tengan la mismas posibilidades de curarse que una mujer que vive en Nueva York o en los mejores lugares del mundo.

La idea es que en unos años haya muy poquitas mujeres que se mueran por cáncer de cuello uterino o ninguna.
¿Que se recomienda tanto al paciente como a la familia cuando el médico da a conocer el diagnóstico: “tenes cáncer”?


Primero no asustarse porque es algo frecuente. En el consultorio, nos asombramos cuando un paciente dice ‘tengo cáncer y ahora me doy cuenta que hay mucha gente en esa condicón, que atravesó o tene algun familiar. Hay que establecer un lazo con el equipo tratante y poder tene una comunicación verdadera. A veces la barrera está de parte del médico y a veces de parte del paciente; el paciente no quiere conocer la situación. Tiene que haber una conexión entre ambas partes para sobrellevar la situación. Generalmente la claridad las conversaciones es lo mejor. A veces nos toca dar malas noticias y a veces buenas noticias, pero hay que darlas, sean buenas o malas. Eso le transmitimos a todos.