Asaltantes maniataron a 4 personas en distribuidora y se llevaron $50 mil
Domingo 10 de junio de 2012
Dos delincuentes en moto, uno de ellos vestido de traje, robaron una suma cercana a los 50 mil pesos en la distribuidora Koch Tschirsch SA, luego de reducir a los guardias de seguridad, a empleados y a la gerente a punta de arma de fuego e inmovilizarlos con precintos.
Tras el atraco los sospechosos habrían huido hacia el barrio San Isidro, movimiento que fue detectado por las Cámaras de Seguridad, y hasta anoche eran buscados en la zona.
Según los detectives, los sospechosos conocían exactamente los movimientos de la planta y aprovecharon justo el momento en que había menos personal y antes de que llegara el camión de caudales a buscar la recaudación.
El atraco
Según informaron desde la Policía, el atraco ocurrió pasadas las 15.30 de ayer en la distribuidora Koch Tschirsch SACIF, ubicada en ruta 12 y calle 138, frente a la estación de servicios YPF Santa María de Posadas.
Según denunció la gerente del lugar, dos delincuentes, uno pelirrojo vistiendo traje negro y a cara descubierta y otro con vestimenta informal y con casco puesto, se presentaron en el local simulando ser posibles clientes y pidieron para entrar por una pequeña puerta lateral que comunica al área de administración.
El desconocido que vestía traje fue quien primeramente llegó al lugar y tras golpear la puerta personal de seguridad accedió a que ingrese. Fue cuando el otro ladrón, quien llevaba puesto el casco, ingresó violentamente con un arma de fuego en mano aparentemente calibre 22 y enseguida redujeron a los custodios y a los empleados.
A todos los amenazaron con un arma de fuego y los maniataron utilizando precintos plásticos.
Sin ofrecer resistencia Nélida, la tesorera de la firma, les entregó aproximadamente 50 mil pesos.
Luego de unos minutos escaparon en una moto de baja cilindrada de color oscuro hacia la rotonda.
“Sabían todo”
Un empleado de la firma contó a El Territorio que los guardias fueron engañados y que cuando descubrieron las verdaderas intenciones ya era tarde.
Según creen los pesquisas, los delincuentes sabían que a las 13 ya se va casi todo el personal de carga y depósito y que los administrativos se quedan hasta cerca de las 17, o hasta que llegue el camión de caudales.
Es por eso que fueron a las 15.30, cuando había pocas personas en la distribuidora, pero estaba todo el dinero de la recaudación.
El dato
3
veces asaltaron esta distribuidora de bebidas de manera similar, la última ocasión en 2006.
Las cámaras de seguridad
Fueron las cámaras de la ciudad las que tomaron la fuga de los delincuentes por la ruta nacional 12 hasta la rotonda, siguiendo estos por la avenida Quaranta hasta la avenida Alicia Moreau de Justo, exruta 213. Luego tomaron esa avenida y habrían terminado su recorrido en la zona del barrio San Isidro.
La comisaría Octava y la Dirección de Investigaciones montaron un rápido operativo sin lograr hasta ayer momento dar con estos motochorros.
Al cierre de esta edición localizaron una motocicleta idéntica a la usada en el atraco, pero al saber que se trataba de la casa de un docente se dieron cuenta que para el robo usaron una moto “melliza”.
En tanto que la Dirección de Investigaciones confeccionaba un identikit en base a las declaraciones de las víctimas.
Tras el atraco los sospechosos habrían huido hacia el barrio San Isidro, movimiento que fue detectado por las Cámaras de Seguridad, y hasta anoche eran buscados en la zona.
Según los detectives, los sospechosos conocían exactamente los movimientos de la planta y aprovecharon justo el momento en que había menos personal y antes de que llegara el camión de caudales a buscar la recaudación.
El atraco
Según informaron desde la Policía, el atraco ocurrió pasadas las 15.30 de ayer en la distribuidora Koch Tschirsch SACIF, ubicada en ruta 12 y calle 138, frente a la estación de servicios YPF Santa María de Posadas.
Según denunció la gerente del lugar, dos delincuentes, uno pelirrojo vistiendo traje negro y a cara descubierta y otro con vestimenta informal y con casco puesto, se presentaron en el local simulando ser posibles clientes y pidieron para entrar por una pequeña puerta lateral que comunica al área de administración.
El desconocido que vestía traje fue quien primeramente llegó al lugar y tras golpear la puerta personal de seguridad accedió a que ingrese. Fue cuando el otro ladrón, quien llevaba puesto el casco, ingresó violentamente con un arma de fuego en mano aparentemente calibre 22 y enseguida redujeron a los custodios y a los empleados.
A todos los amenazaron con un arma de fuego y los maniataron utilizando precintos plásticos.
Sin ofrecer resistencia Nélida, la tesorera de la firma, les entregó aproximadamente 50 mil pesos.
Luego de unos minutos escaparon en una moto de baja cilindrada de color oscuro hacia la rotonda.
“Sabían todo”
Un empleado de la firma contó a El Territorio que los guardias fueron engañados y que cuando descubrieron las verdaderas intenciones ya era tarde.
Según creen los pesquisas, los delincuentes sabían que a las 13 ya se va casi todo el personal de carga y depósito y que los administrativos se quedan hasta cerca de las 17, o hasta que llegue el camión de caudales.
Es por eso que fueron a las 15.30, cuando había pocas personas en la distribuidora, pero estaba todo el dinero de la recaudación.
El dato
3
veces asaltaron esta distribuidora de bebidas de manera similar, la última ocasión en 2006.
Las cámaras de seguridad
Fueron las cámaras de la ciudad las que tomaron la fuga de los delincuentes por la ruta nacional 12 hasta la rotonda, siguiendo estos por la avenida Quaranta hasta la avenida Alicia Moreau de Justo, exruta 213. Luego tomaron esa avenida y habrían terminado su recorrido en la zona del barrio San Isidro.
La comisaría Octava y la Dirección de Investigaciones montaron un rápido operativo sin lograr hasta ayer momento dar con estos motochorros.
Al cierre de esta edición localizaron una motocicleta idéntica a la usada en el atraco, pero al saber que se trataba de la casa de un docente se dieron cuenta que para el robo usaron una moto “melliza”.
En tanto que la Dirección de Investigaciones confeccionaba un identikit en base a las declaraciones de las víctimas.
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