Bicentenario de la Patria cantada

Sábado 11 de mayo de 2013
Charla abierta. | Fue el miércoles por la noche con especialistas en la Esmu. | Foto: Gentileza Marcelo Rodriguez
La Marcha Patriótica que hoy se conoce como el Himno Nacional Argentino cumple 200 años desde el año de su creación. Fue escrita por el poeta y abogado Vicente López y Planes en 1812, y compuesto por el maestro de piano y violín, Blas Parera en 1813.
En su versión integral representa una evocación del espíritu de Mayo, que está en el sentimiento nacional, y también se vuelve un homenaje para quienes, hace 200 años, lo crearon en el primer grito de libertad.
No hay acuerdo sobre cuándo fue ejecutado por primera vez en público; algunas versiones cuentan que fue en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson y otras fuentes sostienen que el debut de la obra se produjo el 25 de mayo de 1813 en la Plaza de la Victoria.
La versión original duraba 20 minutos pero en marzo de 1900, el Poder Ejecutivo decretó que se cante solamente la primera y última cuarteta más el coro.
La melodía permanece inalterable y cada estrofa retrotrae a la visión de la Asamblea del Año XIII, expresada por la mirada latinoamericana de López y Planes, conservando intacta la inspirada música de Blas Parera.

Un análisis musical
Para Zulma Pittau, directora de la Escuela Superior de Música de Misiones (Esmu), las estrofas que se cantan ahora “se seleccionaron de alguna manera porque el resto eran bastante agresivas contra quienes en ese momento conformaban la masa migratoria más importante de la Argentina, que eran los españoles. Sin embargo muchas de ellas aluden directamente a esa Patria Grande de la que tanto se está hablando en la actualidad, porque menciona a Guayaquil, Potosí, Caracas. O sea que hay una alusión a lo que incluso eran los pueblos que también estaban siendo oprimidos, como los pueblos orginarios”.
Pittau realizó un análisis musical de la obra emblemática: “Fue tan bien pensada por Blas Parera. Realmente fue muy buen músico y no se puede separar lo que es la música de lo que es la letra. Porque cada fragmento musical hace una alusión directa de lo que dice el texto. Si no se lo interpreta de esa manera, en realidad, se está desdibujando una idea musical que se tuvo en función del texto”.
Por ejemplo, hay momentos de una fanfarria que se define como un llamado militar. Luego hay  fragmentos que refieren a una forma específica del romanticismo.
“La forma del lied, la canción alemana por excelencia del siglo XIX, surge en Alemania mucho tiempo después de que Blas Parera compusiera en forma de lied la parte cantada del himno nacional. En todo caso, hasta tenemos un adelantado musical. Sin embargo, a Blas Parera se lo conoce poco como músico”.
La Canción Patria -de tres minutos y medio- sufrió alteraciones en la letra, tuvo varios arreglos. Fue reversionada al compás de tango, cumbia, rock y hasta música electrónica. En relación a esto, Pittau recordó las versiones de Jairo o de Charly García: “ambas desvirtúan totalmente la idea de himno. Han versionado en relación a lo que ellos piensan que una época necesita, pero en todo caso que se haga otra cosa”.
Además, destacó que se trata de la primer poesía épica argentina, y además, posee fragmentos populares, ya que están incluidos algunos cielitos y coplas populares.
Ese sentimiento de la unidad latinoamericana se menciona en las ocho estrofas que se extrajeron del himno original. “Muchas de las estrofas que se sacaron (Ver Marcha...) estaría bueno volver a incluirlas”, opinó Pittau.
En el marco del Bicentenario, el miércoles se realizó una charla abierta con un especialista, con el objetivo de abordar la temática desde la perspectiva histórica, literaria y musical.
En este sentido, Pittau reflexionó: “Sobre el Himno Nacional, lo que conocemos son los nombres de los autores. Incluso, muy pocos saben quién escribió la letra y quién la música. Sin embargo es uno de los emblemas o símbolos patrios que más nos representa a nivel nacional y en el mundo entero”.


Marcha Patriótica (Versión original)

Letra: Vicente López y Planes
Música: Blas Parera

Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
Coronados de gloria vivamos
O juremos con gloria morir.

Oíd ¡mortales! el grito sagrado:
¡Libertad, libertad, libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas:
Ved en trono a la noble Igualdad.

Se levanta a la faz de la tierra
Una nueva y gloriosa Nación:
Coronada su sien de laureles
Y a su planta rendido un León.

De los nuevos campeones los rostros. Marte mismo parece animar; La grandeza se anida en sus pechos, a su marcha todo hacen temblar.

Se conmueven del Inca las tumbas
Y en sus huesos revive el ardor,
Lo que ve renovando a sus hijos
De la Patria el antiguo esplendor.

Pero sierras y muros se sienten
Retumbar con horrible fragor:
Todo el país se conturba con gritos de venganza, de guerra y furor.

En los fieros tiranos la envidia
Escupió su pestífera hiel
Su estandarte sangriento levantan
Provocando a la lid más cruel.

¿No los veis sobre Méjico y Quito
Arrojarse con saña tenaz?
¿Y cual lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y la Paz?
¿No los veis sobre el triste Caracas luto y llanto y muerte esparcir?
¿No los veis devorando cual fieras
todo pueblo que logran rendir?

A vosotros se atreve ¡Argentinos!
El orgullo del vil invasor,
Vuestros campos ya pisa contando tantas glorias hollar vencedor.

Mas los bravos que unidos juraron su feliz libertad sostener.

A esos tigres sedientos de sangre
Fuertes pechos sabrán oponer.

El valiente argentino a las armas
Corre ardiendo con brío y valor,
El clarín de la guerra cual trueno
En los campos del Sud resonó;
Buenos Aires se pone a la frente
De los pueblos de la ínclita Unión,
Y con brazos robustos desgarran
Al ibérico altivo León.

San José, San Lorenzo, Suipacha,
Ambas Piedras, Salta y Tucumán,
La Colonia y las mismas murallas
Del tirano en la Banda Oriental;
Son letreros eternos que dicen:
“Aquí el brazo argentino triunfó”.
“Aquí el fiero opresor de la patria
Su cerviz orgullosa dobló”.

La victoria al guerrero argentino
Con sus alas brillantes cubrió,
Y azorado a su vista el tirano
Con infamia a la fuga se dio;
Sus banderas, sus armas se rinden por trofeos a la Libertad.
Y sobre alas de gloria alza el pueblo trono digno a su gran majestad.

Desde un polo hasta el otro resuena de la fama el sonoro clarín. Y de América el nombre enseñado, les repite ¡mortales! Oíd:
¡Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud!
Y los libres del mundo responden:
¡Al Gran Pueblo Argentino, Salud!