Bioseguridad, el paradigma que marcará el retorno de hoteles

Domingo 12 de julio de 2020
Desde el sector pidieron avanzar hacia una ley de emergencia. | Foto: Nicolás Oliynek
Por Emmanuel López Del Valle

Por Emmanuel López Del Valle politica@elterritorio.com.ar

Cada día que pasa es un día más cercano al día “R” de regreso y el que con tanto anhelo aguarda el rubro hotelero de la provincia, tras casi cuatro meses sin huéspedes, sin movimiento y mucho menos sin ingresos. Hay muchas dudas de cuándo se producirá ese retorno. Durante estos meses, los empresarios del sector comenzaron a definir cómo trabajarán y las modificaciones que tienen que encarar para garantizar al turista una estadía segura. Es que la bioseguridad es el nuevo concepto que marcará el camino de los hoteles, tanto de la tierra colorada como del mundo entero.
Con la premisa de la profundizar aún más en la limpieza, los hoteles de la provincia se redefinen para esa fecha en la que las restricciones se levantarán –según las determinaciones que tome el gobierno nacional y provincial- y cuando, de una vez por todas, cese la alerta que generó el avance del coronavirus en todo el planeta. Pese al difícil presente que viven, con cajas en cero y sin definiciones, piensan en el futuro. 

Pensando en volver
La vuelta no tiene fecha y esa incertidumbre genera gran preocupación en la cabeza de todos los empresarios hoteleros. Es que hay cuentas que afrontar y salarios que abonar. En el medio de un panorama negro, una luz se asoma con la esperanza de volver a partir de estrategias que apuntan a recuperarse.
El regreso propone un cambio de paradigma. Según manifestó Julieta Sartori, gerente general del Hotel Continental de Posadas, “en el retorno habrá una modificación de valores, ya que todos los clientes van a tener la necesidad de estar en un hotel seguro y todos nosotros nos tenemos que adaptar a las nuevas reglas. Si bien la higiene es una premisa desde siempre, ahora más que nunca fijará el parámetro, por lo que es el concepto predominante. Tal vez, esa idea de lujo que se tenía antes quedará relegada y tomará el mando la bioseguridad e higiene para brindar esa tranquilidad, tanto para nosotros como para el visitante”.
En diálogo con El Territorio contó que la empresa trabaja en capacitaciones para el personal y modificaciones en las estructuras edilicias del hotel. “Insistiremos en la limpieza y tendremos menos habitaciones disponibles, que serán más sencillas. Si un cuarto se desocupa, además de la desinfección obligatoria, permanecerán cerradas durante dos o tres días para desterrar a cualquier tipo de virus”, detalló.
Por su parte, Juan Carlos Espinoza, gerente del Iguazú Grand Resort, reflexionó sobre lo que les espera a los emprendimientos hoteleros una vez que se habilite el turismo interno en una primera instancia y, más adelante, cuando permitan la apertura de las fronteras.
“Hay un trabajo profundo en la noción de la bioseguridad, que es la idea clave que marcará el rumbo de nuestro sector. El objetivo está definido, de que los hoteles sean un espacio en que los huéspedes, además de estar cómodos, estén seguros, que la estructura sea agradable y que se conjuguen los valores del disfrute y de un espacio que ayude al bienestar de su salud”, afirmó. 
La seguridad en materia sanitaria será parte de la nueva normalidad o, como enfatizó el empresario, en la nueva comodidad.
“El rediseño de los estándares de calidad es fundamental. El lujo pasará por la calidad de la higiene, además de los tratos y servicios que podemos brindar, para garantizar ese resultado que siempre se busca, que es el de la eficiencia”, acotó. Todo ese trabajo demanda de una capacitación técnica y mental de todo el personal, añadió el empresario hotelero de Iguazú que, como consecuencia del confinamiento por la pandemia, fue uno de los municipios de la provincia más perjudicados por la merma de visitantes nacionales y extranjeros.

Estrategias y promociones
Los hoteles permanecen cerrados desde que arrancó el aislamiento obligatorio, el 20 de marzo. Puertas adentro, se trabajó en la readaptación edilicia y en estrategias para fomentar las reservas a futuro, una vez que la situación epidemiológica permita volver a los viajes, sin el miedo de contraer la temida enfermedad.
“Somos conscientes de que una vez que volvamos tenemos que trabajar sí o sí con un 40 por ciento de nuestra capacidad, que es lo que permite el protocolo y también es el porcentaje que nos permitirá encontrar un punto de equilibrio para mantenernos a flote”, aseveró Sartori.
Sobre este punto, pese a la inactividad, trabajaron y promovieron las reservas para los meses de septiembre y octubre, que estiman que habrá una flexibilización para el sector hotelero, en una primera instancia, con el turismo interno y, progresivamente, con el nacional e internacional. Priman las consultas y alguna que otra reserva que mantienen viva las expectativas y despojar el fantasma del cierre. Pero todo está en stand by.
Espinoza explicó algunas de las estrategias que decidieron emplear en el hotel que gerencia: “El aspecto comercial jamás paró. Lo que hicimos, pensando en la pospandemia, es mantener en todos estos meses una constante comunicación con nuestros clientes, mostrándoles los cambios que estamos haciendo y, al mismo tiempo, llevar información para generar certezas”. 
Añadió además la importancia de “conocer las necesidades e inquietudes que tienen los huéspedes para trabajar eso y mejorar para garantizar la seguridad que se requiere. Detrás de esto, trabajamos en determinadas promociones para incentivar las reservas, como por ejemplo una que trabajamos durante junio. Fijamos un precio competitivo, con precio diferencial para los residentes de la provincia y del país, con opciones para tres, cinco o siete noches. Una promoción que incluye, además del alojamiento, otras actividades seguras, según los requerimientos de la nueva normalidad”.
Si bien registraron muchas consultas, el resultado no fue el esperado señaló el empresario. La incertidumbre que provoca día a día la enfermedad plantea límites a la hora de concretar reservas por ahora. Pero las proyecciones positivas son más fuertes, sostienen.

Estado de situación
El presente desespera. En pocos días serán ya cuatro meses sin ingresos, sin ofertas. “Actualmente, lo que hacemos es focalizarnos en los protocolos que cada día cambian o hay que agregar alguna que otra modificación”, mencionó Sartori, del Continental. 
Precisó que la reactivación estará condicionada por la liberación de las fronteras interprovinciales primero y del regreso del transporte de media distancia. “Si nada de eso se libera, difícilmente podremos estar a pie. Capaz podamos volver medianamente a pleno hacia el verano, cuando estimamos que la situación esté más tranquila y el avance del virus merme”, planteó.
En tanto, desde Cabañas Los Cedros de Oberá narraron su estado de situación. “Esperamos seguir en pie. Pese a no tener actividad ni demanda, hay servicios y salarios que abonar. Los costos fijos siguen corrientes y por mes tenemos gastos que superan los 50.000 pesos. No hay protocolo definido, hay sólo meros comentarios entre los colegas y siento que estamos desamparados. Me parece que tenemos que pensar más en el presente que en el futuro. Si no hay una solución para la actualidad, los meses serán determinantes y condicionantes, si seguir en pie o cerrar definitivamente”, dijeron.
Momentos difíciles. Pero hay dos caminos que tomar: cerrar o continuar. La segunda opción es la que todos quieren y transitan como pueden para llegar a ese tan ansiado día “R”. 

Piden declarar al sector en emergencia

Gustavo Alvarenga, titular de la Asociación Misionera de Hoteles, Bares, Restaurantes y Afines (Amhbra), sostuvo que “el panorama es complicado” y recordó que a nivel nacional están aguardando por una ley de emergencia.“En hotelería, mi pálpito esque en agosto recién nos habilitarían. Será algo interno. No están abiertas las fronteras. Brasil es un gran emisor de turistas para Misiones. Buenos Aires sigue cerrado, no hay vuelos ni colectivos de larga distancia. Es un año muy complicado”, manifestó.Planteó que habría que abrir para contener a los viajantes esenciales que arriban a la provincia y Posadas por cuestiones médicas. “Creoque los hoteles son muchomás propicios para que puedan pernoctar y que no se queden en el auto, en un lugar prestado o en el mismo hospital”, adujo.