Chile: atacaron la Embajada argentina e intentaron ingresar a la fuerza

Miércoles 13 de noviembre de 2019 | 07:40hs.
Es el día número 25 de protestas. Hubo disturbios y una huelga general.
Un nuevo día de caos y violencia se vive en distintas ciudades de Chile: manifestantes prendieron fuego edificios públicos y sectores radicalizados intentaron ingresar a la casa del embajador argentino, José Octavio Bordón.

La jornada estuvo marcada por barricadas, multitudinarias manifestaciones en Santiago e incidentes en varias ciudades marcaron un llamado a paro general este martes en Chile, convocado por un centenar de organizaciones sociales para presionar al gobierno de Sebastián Piñera a que profundice las reformas sociales.

El viernes pasado, un grupo de manifestantes ya había ingresado en la residencia de Bordón, provocando destrozos en los jardines. Esta vez hubo disturbios con lanzamiento de piedras, causando nuevos incidentes.

En la jornada, el peso chileno se desplomó 3,1% y alcanzó su valor mínimo histórico de 783,82 por dólar, mientras que la Bolsa de Comercio de Santiago cayó 1,57% en medio de los temores sobre los efectos en la economía de que esta crisis se extienda todavía más.

A primera hora, las barricadas incendiadas impidieron el paso de vehículos en algunos accesos a Santiago y una gran marcha convocó a 80.000 personas por la céntrica avenida Alameda.

Con bombos, banderas chilenas y de las asociaciones gremiales que adhirieron a la protesta -principalmente de entes públicos- los manifestantes se agruparon en Plaza Italia, epicentro de las protestas que mantienen en vilo al país desde hace más de tres semanas.

Luego marcharon varias cuadras hasta la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), pasando frente a la Casa de Gobierno, donde al final de la manifestación se registraron enfrentamientos con la Policía.

Después de ser dispersados del centro de Santiago, miles de personas volvieron a congregarse en la rebautizada "plaza de la Dignidad", en cuyas inmediaciones hubo saqueos a comercios.

La huelga fue convocada por la “Mesa Social", que reúne a más de un centenar de organizaciones sociales de empleados fiscales, profesores, trabajadores de la salud pública, empleados portuarios y de los aeropuertos.

La pulseada llegó luego de que Piñera diera un giro al anunciar el inicio de un proceso para cambiar la Constitución que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), aunque no con una Asamblea Constituyente -como piden los manifestantes y que contemplaría una participación más amplia de la ciudadanía- sino a partir de un Congreso Constituyente, cuyos detalles y composición aún no se definen.

En un intento por aunar posiciones, el mandatario se reunió con los expresidentes Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006), y habló por teléfono con la exmandataria socialista Michelle Bachelet, actual alta comisionada de los derechos humanos de las Naciones Unidas.

El gobierno de Piñera logró también un acuerdo con la oposición política para impulsar una reforma tributaria que recaudaría unos 2.000 millones de dólares, destinados a financiar parte de los anuncios sociales que ha realizado para acallar las protestas sociales, y cerró un acuerdo para aprobar el Presupuesto de 2020, incluyendo algunas concesiones sociales.

Pero los gremios exigen reformas más profundas al sistema de pensiones, incrementar el presupuesto a la salud pública (donde se atiende casi el 80% de la población chilena) y aumentar el salario mínimo.