Coronada de humildad

Martes 13 de agosto de 2019 | 07:00hs.
Los paisajes y las responsabilidades ya no son los mismos. Ahora le toca cumplir contratos y objetivos. Ya no se puede escapar cada vez que quiere para jugar un picado en el barrio. Pero no se alejó de ahí. Sigue con las mismas ganas que cuando agarraba su bicicleta y pedaleaba hasta el club Huracán para entrenarse.

Dejó la Tierra Colorada y se tuvo que acostumbrar al frío gris de Buenos Aires. A sus 17 años tuvo que irse a vivir lejos de su familia, a buscar su sueño. Lo logró. Llegó a la Primera de Boca y está a punto de firmar su primer contrato profesional con el club de la ribera. Acaba de volver de Lima, Perú, donde ganó la medalla de plata en los Juegos Panamericanos.

Sigue soñando en grande, en que el fútbol femenino gane espacios y que cada vez más chicas tengan la oportunidad de llegar lejos, como lo está haciendo ella. Yamila Rodríguez escribió el fin de semana una de las páginas más gloriosas del deporte misionero y va por más.

“Colgarse la medalla es más que increíble. Es un orgullo. Esto lo logramos todas y es lindo traer algo a Posadas, a Misiones”, se emocionó Yamila en la cancha del club Huracán, por donde pasó ayer para visitar a su ex entrenador y a las Globitas.

En esa cancha soñó muchas veces que vestía la camiseta de Boca y de la selección y todo eso se volvió realidad. Yamila fue la primera mujer en convertir en un partido oficial en la Bombonera y además una de las jugadoras que, por primera vez en la historia, subieron a un podio panamericano con el seleccionado femenino.
Lejos de olvidarse de sus raíces, Yamila recorrió el mismo camino que hacía cuando entrenaba. Desde el barrio A 3-2 hasta el Huracán.

“Me hace acordar a los viejos tiempos. Yo viví todo eso, tenía que tomar colectivos, ir en bici y todos esos sacrificios que hice hoy tienen recompensa. Siempre estoy agradecida a mi técnico, que me da un empujón, que a veces me reta, que me dice ‘no hagas eso’ y todas esas cosas me ayudaron”, contó la misionera de 21 años.

Todo por delante
La medalla en los Juegos Panamericanos será un hito en la historia del deporte argentino y más precisamente del fútbol femenino. Pero además, será una marca imborrable en el camino de Yamila.

“A mi me tocó quedarme afuera del Mundial. Tuve que agachar la cabeza y esperar. Me tocó estar en los Panamericanos y acá estoy con mi medalla. Eso me da mucha felicidad por el grupo, es inexplicable”, expresó la jugadora de Boca.

Hace un tiempo que el fútbol femenino viene ganando terreno y este podio significará un empujón para el deporte, o al menos eso espera Yamila.

“Sería lindo que acá en las provincias le den un poco más de bolilla al fútbol femenino, como es en Buenos Aires”, explicó Yamila. 

“Acá las nenas, si no se puede usar la cancha, tienen que pagar un lugar y estaría bueno que la gente ayude un poquito más y que estén atentos a las nenas que les gusta este deporte, que es lo más lindo que hay. Ellas estudian a la mañana y vienen a la tarde a divertirse”, comentó.

Por eso cada vez que puede, la posadeña se da una vuelta por el club y ayuda en lo que haga falta. Ayer, después de ser recibida con aplausos y de saludar a todos los que se acercaron a verla, Yamila jugó un rato con las chicas.

En los próximos días la misionera firmará su contrato con Boca. Pasará a ser profesional y ya sabe lo que va a hacer con su primer sueldo: “Voy a ayudar a mi familia y siempre le digo al Chino (Torres) que si él necesita algo yo voy a estar. Más allá de la plata voy a ayudar al club”.
Yamila sigue dando pasos agigantados. Ya no es la misma que se fue a los 17 a vivir a Buenos Aires en busca de oportunidades, pero no se olvida de Posadas, de Misiones y aún menos del club Huracán. Le queda mucho camino por recorrer y piensa en grande. 

Zaira, la futura Yamila

“Antes de ir al club tengo que pasar a buscar a una de las chicas que juega ahí, que no tiene cómo ir”, le contó Yamila a El Territorio. La chica es Zaira, quien vive cerca de la casa de Yamila en Posadas y sueña con seguir los pasos de su ídola. Es de Boca, como Yamila, y usa la ‘9’ de Benedetto para ir a entrenar. “La otra vez nos pusimos a jugar un fútbol-tenis en las canchas del barrio y no sabes cómo le pega. Yo pensé que tenía que jugar tranqui, pero ella jugaba con todo”, contó entre risas Yamila, mientras Zaira solamente se reía. La chica cumplió 11 años el fin de semana y tres veces por semana recorre la misma distancia que hacía Yamila para ir al club Huracán para entrenar. “Vuelvo del colegio y cerca de las 2 (de la tarde) preparo todo para irme. Tomo el cole y desde las tres hasta las seis estoy en el club”, explicó Zaira, quien también sueña con llegar a Boca y a la selección como Yamila. Ayer, Zaira se dio el gusto de jugar en el mismo equipo que la futbolista de Boca, de intercambiar pases con quien admira y de gritar algunos goles con ella. Pero antes del entrenamiento, Zaira le dedicó, a nombre del club y del equipo, unas palabras a Yamila. Le agradeció por lo que hizo y hace por el Globo y la felicitó por la medalla en los Panamericanos.

Brasil, la próxima meta de las chicas

La selección femenina de fútbol culminó su participación en los Juegos Panamericanos de Lima con un histórico segundo puesto. Ahora, con el compromiso de la AFA de mantener la competencia en fechas Fifa, el equipo que integra la misionera Yamila Rodríguez, participará de un torneo amistoso cuadrangular junto a Brasil, Chile y Costa Rica.
Con sede en San Pablo, las chicas participarán de, al menos, dos partidos amistosos. Argentina jugará su primer partido ante Brasil en el estadio Pacaembú, el jueves 29 de agosto. El ganador de ese partido clasificará automáticamente a la final, mientras que el perdedor se medirá por el tercer puesto ante el perderdor del juego que disputarán Chile y Costa Rica.