Argentina recupera la política

Domingo 8 de diciembre de 2019
Se termina mañana el gobierno de los gerentes generales, más conocidos por su sigla en inglés CEO (Chief Executive Officer). La apreciación no es caprichosa ni casual. Una investigación del Observatorio de las Élites Argentinas había determinado a mediados del año pasado que el 50 por ciento de los ministros convocados por Mauricio Macri ostentaban cargos en empresas privadas.
El propio presidente figuraba por entonces como autoridad del directorio de una empresa. Solo a modo de ampliación del concepto, las empresas que son generalmente sociedades anónimas, tienen un directorio y un presidente, que a su vez puede cumplir el rol de CEO, es decir, presidente ejecutivo.
Se determinó en el citado trabajo que había 890 participaciones en empresas privadas de 269 funcionarios del gobierno de Macri. La mayor parte se concentró en las carteras de Producción, Energía, Modernización y Desarrollo Social.
Del ahora ex ministro de Energía Juan José Aranguren se decía que atendía a ambos lados del mostrador. Esta semana se conoció que el ex funcionario fue procesado por haber favorecido a la petrolera que presidió hasta sumarse al gobierno de Macri. Del mismo modo, a la titular de la Oficina Anticorrupción Laura Alonso se le imputa haberlo encubierto. De esta forma, el férreo defensor de los tarifazos se convirtió en el primer ex ministro procesado de la gestión Cambiemos.
Los CEO llegaron con muchos diplomas privados en la administración de Cambiemos pero con escasa experiencia política. Con orgullo Macri los había presentado como el dream team, es decir, como el equipo que todos soñaban tener, en referencia además a la denominación que tuvo el equipo de básquetbol de Estados Unidos que ganó la primera medalla de oro, en los Juegos Olímpicos en 1992.
Pero el equipo de los CEO de Macri se va sin haber convertido ningún triple ni haber obtenido ninguna medalla, reconocimiento ni mención. Al contrario, Macri terminó demostrando que no se puede ignorar la necesidad de hacer un buen ejercicio de la política para gobernar. Tampoco actualmente se puede prometer en vano, porque todo puede verificarse. Es lo que hizo esta semana la gente de Chequeado.com, dejando en evidencia el incumplimiento de la mayoría de las 20 promesas realizadas por Macri en campaña. Sólo cumplió dos en su gestión: extender la Asignación Universal por Hijo y en la misma línea incluir a los hijos de monotributistas e impulsar la ley del arrepentido.
Se le puede agregar como reconocimiento aparte permitir transparentar el Indec y, con algunos avances, haber intentado llevar una lucha contra el narcotráfico y para ello, crear una agencia específica y radarizar. Aunque hubo muchas detenciones menores y pocos avances contra el narcotráfico.
Otro proyecto con algunos avances pero que se quedaron en el camino fue el Plan Belgrano, que esperanzado en que llegue este proyecto, Misiones se quedó sin tren por falta de reparación de las vías y al no concretarse -como prometía-, poner en marcha el plan de infraestructura más importante de la historia.
Habló, entre otros aspectos, de crear centros de primera infancia y centros Conin por todo el país, pero solo se concretaron algunos.
El resto son las 18 promesas incumplidas. Ello, además de haber generado con el gobierno de los CEO el mayor endeudamiento en la historia argentina, los peores resultados en cuanto a inflación y pobreza e indigencia.
Entre las promesas incumplidas figuran las que generaron mayores esperanzas y luego las peores decepciones como lograr una Argentina con pobreza cero o crear trabajo. Se sabe de las miles de pymes en bancarrotas y la pérdida laboral de otros miles de argentinos. A los trabajadores les prometió que no pagarían el impuesto a las ganancias pero tampoco sostuvo su palabra. Lejos quedó aquella promesa de bajar la inflación a un dígito, cuando ahora la estimada para 2019 es mayor a la que se registró en 2018 (47,6%) y sería la más alta de los últimos 28 años.
Del mismo modo ilusionó y defraudó a los jóvenes prometiéndoles crear el plan primer empleo. La decepción se extendió a la familia al no haberse generado aquel prometido millón de créditos hipotecarios a 30 años y hasta los niños, se quedaron sin los 3.000 jardines de infantes que afirmó en campaña que faltaban y seguirán faltando.
Cuando se pensaba que Macri había decidido utilizar la cadena nacional, para aclarar sobre todos estos aspectos, terminó usando 40 minutos para emitir un repaso con algunos datos verdaderos, otro engañoso, exagerado y falso, como no debiera hacer un mandatario.
De esta forma, no hay certeza de cómo verdaderamente los CEO dejan el país. Lo que se estima es que si la Argentina fuera una gran empresa y al no haberse logrado los objetivos propuestos por los CEO, ya estaría en quiebra. Como ningún país quiebra, el gobierno electo tendrá un gran y duro desafío para intentar revertir lo que denominan la “tierra arrasada” por Cambiemos.

El retorno de la política

Lo que viene en el país es una suerte de reivindicación de la importancia del buen ejercicio de la política. Representa en cierta forma, el retorno de la política en la Argentina. Esto, en el sentido de ampliar los debates, en la búsqueda de mejorar la situación de todos los sectores, del bienestar y desarrollo social colectivo y no -como hasta ahora- reducido a un limitado poder económico. Más en el actual contexto de crisis donde se observa una creciente importancia del rol del Estado.
En esa línea, Alberto Fernández presentó esta semana a un equipo destinado a afrontar un enorme desafío, como la renegociación de la deuda externa sobre lo que afirmó que viene trabajando en silencio desde hace semanas pero que su máxima prioridad será luchar contra el hambre y mejorar la situación de un 41 por ciento de los argentinos que viven en la pobreza.
Para que no queden dudas que se hablará mucho de política en este gobierno, eligió a su alter ego, Santiago Cafiero, como jefe de Gabinete. Siendo un pura sangre del peronismo y menos técnico, como lo ha sido hasta ahora Marcos Peña, que ocupará ese cargo en Cambiemos hasta mañana, ya que el recambio se producirá el martes.
Peña desde el día uno de su gobierno ninguneó a la política y a los políticos. El equipo de colaboradores en su mayoría con amplio conocimiento de la función pública y que Fernández recuperó para ayudarlo, por ejemplo, en la reforma profunda del Estado como pretende y cuya misión fue encomendada al ministro de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
En similar línea, se puede decir de Daniel Arroyo, que ocupará un estratégico ministerio como de Desarrollo Social y será el encargado de avanzar en la lucha contra el hambre. No es ningún improvisado, al contrario, se lo considera un experto en el tema sobre lo que asesoró al Banco Mundial y Unicef, además de haber ocupado similar puesto en el gobierno de Buenos Aires.
Pero cuando necesitó un técnico de mejor nivel no dudó en repatriar a Martín Guzmán, que será una suerte de superministro de Economía. Con tan solo 37 años, este académico es experto en renegociaciones de deudas externas, además de trabajar con el Nobel Joseph Stiglitz.
Guzmán había presentado el pasado mes de noviembre un posible plan para Argentina y afirmó entonces que el país no debería pagar ni capital ni interés hasta 2022 y menos pedir más dinero al FMI, como también había adelantado Fernández. Es decir, primero reordenar las cuentas, para luego hacer frente al pago de las deudas.
Por lo reflejado en la selección de colaboradores, Alberto Fernández buscó además gente de larga experiencia política como Felipe Solá, quien asumirá como ministro de Asuntos Exteriores desde donde buscará impulsar el comercio exterior.
En otros cargos, de máxima confianza como su ex pareja Vilma Ibarra que será titular de Legal y Técnica y por lo tanto responsable de los textos legales que se firmen. De nuevo, para evitar improvisaciones, eligió a Miguel Pesce, un veterano de la institución como nuevo presidente del Banco Central.
Entre otros ministros clave se encuentra Luis Basterra en Agricultura. De profesión ingeniero agrónomo pero sobre todo conocedor de la política, al ser diputado formoseño. Será quien gestione los dólares de exportación tan necesario en el país, además de lidiar con el campo en materia de retenciones.
En cuanto al proceso de mayor federalización del país y por lo tanto de permanente relación con los gobernadores, correrá por cuenta de Wado de Pedro, nuevo ministro del Interior. En Seguridad también se busca dar un nuevo perfil, al ser designada la antropóloga Sabina Fréderic, quien es más partidaria de la prevención y menos del polémico uso del protocolo macrista de hacer uso del arma de fuego incluso en situaciones de bajo riesgo.
En tanto, Claudio Moroni, el designado ministro de Trabajo deberá lidiar con los negativos índices dejados por Macri en desempleo y trabajo en negro. En el actual cargo es nuevo, aunque ya cumplió funciones con otros cuatro presidentes anteriores.

En Misiones gobernabilidad y recambio
De esta manera, el Gobierno nacional contará con 20 ministerios, más la Jefatura de Gabinete y tres secretarías con rango de ministerio. En una de estas dependencias quedó firme la designación de Sergio Lanziani como secretario de Energía de la Nación y con ello, Alberto Fernández cumplió con Misiones.
Además se da una particularidad para la tierra colorada que la torna un escenario inmejorable. Es el hecho de que varios integrantes del Gabinete nacional con cargos estratégicos tienen una vinculación de años, tanto con el conductor de la renovación Carlos Rovira como con el gobernador electo de Misiones, Oscar Herrera Ahuad por haber trabajado juntos en otros períodos.
En contrapartida, Misiones ya demostró en el parlamento nacional que dará gobernabilidad a la presidencia de Fernández, que como se dijo, entre otras cosas deberá abocarse con urgencia para atender la pobreza heredada. El interbloque formado en diputados, integrado por ahora con 8 diputados nacionales del interior, de los cuales 3 son los de la Renovación, se convirtió en clave para darle gobernabilidad al gobierno de Alberto Fernández.

Estado presente
Hugo Passalacqua deja una clara administración ordenada y sin deudas. Esto implica tranquilidad para cualquier nueva administración, que no deberá estar lidiando con vencimientos y podrá enfocarse en ponerle su impronta desde el primer minuto. El mandatario saliente, afirmó a este matutino que en este duro tiempo de crisis nacional, si desde el Estado provincial no se hubiera intervenido en asistir a emprendedores privados, algunos sectores se habría desplomado y que ello no sucedió por la presencia activa del Estado provincial. Sumado a las políticas para cuidar el bolsillo de los misioneros como los programas “Ahora”.

Gabinete por Twitter

Así como la Nación terminó de detallar los colaboradores para la gestión, del mismo modo se espera para hoy en Misiones, conocer a los colaboradores de Herrera Ahuad; se anticipa que habría mucho refresh.
Hoy se podrían convertir tranquilamente en viral los hashtag #gabinetemisionero; #esperoestar; #equipodegobierno en Twitter. Es que el electo gobernador misionero elegiría la red del pajarito azul para dar a conocer a algunos de los nuevos ministros y colaboradores que formarán parte de su cartera. Muchos funcionarios y dirigentes políticos del Frente Renovador esperan con ansias la anunciada designación gubernamental. Algunos confiados saben que serán confirmados por el gobernador electo, pero igual cierto vértigo los inunda y quieren ver sus nombres reflejados en los Tweets. Con seguridad hoy por la tarde, todo el ambiente político y mediático misionero, estarán pegados a su celular actualizando cada minuto el estado de Twitter, hasta que Oscar Herrera Ahuad abra el hilo con los nombres de su futuro equipo de gobierno.

En Posadas
Así como habrá recambio de autoridades en todo el país, en Posadas también asumirá el martes el electo intendente Leonardo Lalo Stelatto. Ya demostró su capacidad de trabajo y organización, a tal punto que apenas asuma ya pondrá en marcha un plan de modernización de la ciudad, que implicará más conexión, embellecimiento y apuntará a la reingeniería para mejorar la prestación de servicios públicos. Se muestra decidido a ser eficiente en el gasto de los recursos aportados por los contribuyentes y con ello, la continuidad de la renovación sería para mejor beneficio de los posadeños.