El crack del A4 lleva sus sueños al Cenard

Jueves 27 de febrero de 2020 | 02:00hs.
Roxana Ramírez

Por Roxana Ramírez deportes@elterritorio.com.ar

Hace una semana llegó el llamado y en estos pocos días el atleta Mariano Bandera tuvo que cambiar el ‘chip’ y ponerse en modo selección. Es que ayer partió rumbo al Cenard, en Buenos Aires -donde vivirá-, en el marco del programa nacional de formación integral destinado a jóvenes deportistas con proyección y se sumará así al equipo nacional de atletismo adaptado.
El orgullo del Centro Educativo Polimodal N° 5 y del barrio A4 se mostró emocionado antes de subirse al colectivo acompañado por sus familiares, su entrenador Federico González Barrios y la directora de la Escuela Especial 45, Estella Verón, que fueron a darle abrazos y sus mejores deseos a este gran atleta que tiene la provincia.
“Hace una semana, estaba en lo de un amigo y mi mamá me dijo que vaya a casa que tenía que contarme algo, cuando llego me dice que me llamaron para que vaya a vivir al Cenard y primero no le creí, hasta que me mostró todas las notas y fotocopias con requisitos que nos mandaron y ahí recién caí”, contó Mariano a El Territorio, en la Terminal de Ómnibus a punto de partir a esta nueva etapa en su vida.
A sus 18 años, el posadeño y brillante velocista, que compite en la categoría T20 en discapacidad intelectual, se ganó esta beca gracias a sus logros. Mariano fue medallista en los Juegos Evita, también hizo podio en el Sudamericano Escolar  en Medellín en el 2016 y el año pasado se alzó con tres preseas en el  Open Internacional de Atletismo de Mayores del Comité Paralímpico Argentino (Copar), en Chaco.  
“Estoy orgulloso de lo que hice hasta hora, también agradezco a mi entrenador y a mi familia, porque si no tendría su apoyo no estaría acá”, compartió Mariano quien a su vez agradeció al Ministerio de Deportes por la ayuda para el viaje.
En Buenos Aires, el misionero  que entrenará y residirá en el Cenard, también seguirá sus estudios. “Ya me dijeron que cubre todo y lo bueno es que voy a trabajar todo el tiempo con la selección. Claro que también estoy un poco nervioso por dejar a mi familia y amigos, pero sé que es lo mejor para mí y voy a aguantar porque me costó trabajo para que desde la selección se fijen en mí, es un premio que me dio la vida”, añadió.
Su mamá Marlene, que ayer viajó junto a Mariano para ver dónde residirá, señaló muy emocionada: “Se me va mi bebé… ¡unos nervios! pero feliz por lo que se viene y espero que le vaya súper bien y se adapte porque es un cambio grande, aunque él se preparó mucho para que la selección lo tuviera en cuenta. Yo lo a extrañar mucho, pero sabe que puede contar con nosotros”.
Por su parte, su entrenador Federico, clave en el desarrollo deportivo de Mariano dijo estar “contento y orgullo, y lo voy a extrañar… pero este viaje era lo que el esperaba y se le van a abrir nuevas puertas una vez que esté allá; es lo que todos queríamos en la escuela, que llegue a la selección y de ahí salga al exterior a representar al país”.
De esta manera, su profesor de educación física que lo vio en el 2015 en la escuela y no dudó en entrenarlo por sus condiciones innatas, agregó que “ahora voy a tomar más fuerzas para seguir preparando a otros chicos y esto quiere decir que estoy haciendo bien las cosas, vamos por buen camino”.
De esta manera, el referente del CEP 5, de la Escuela Especial 45, donde hizo la primaria -ambas lindantes al fondo de la avenida Cocomarola y del barrio A4 confirmó que todo se puede y vaya si es así… ahora el gran Mariano, de entrenar en la vereda de su escuela, se embarca a una vida en el alto rendimiento en el Cenard. Un crack.