El plan de tres delincuentes para robar casi 15 kilos de joyas de oro

Domingo 18 de agosto de 2019
Los tres acusados quedaron filmados cuando escapaban de la joyería.
Dennis Prieto

Por Dennis Prieto fojacero@elterritorio.com.ar

A plena luz del día, delincuentes armados irrumpieron el 31 de enero de este año en una joyería céntrica de la capital de la provincia de Santiago del Estero y huyeron con casi 15 kilos de joyas de oro, con un valor estimado de 400.000 dólares.
Según apuntaron los medios locales, Graciela Bulners (53) abrió las puertas de su comercio de la calle Libertad 521 y mientras estaba en compañía de su empleado de 19 años, ingresó un supuesto cliente y preguntó por el precio de un reloj de oro. Luego se marchó y, en complicidad con otros dos delincuentes, dio el visto bueno para que se perpetrara el atraco.
Los maleantes fingieron estar interesados en comprar y se asomaron hasta el final del mostrador. Allí sacaron armas y amenazaron a las víctimas. Luego pasaron a la parte de atrás del mostrador y los obligaron a ingresar al baño. Bulners trató de resistirse, pero uno de los delincuentes la golpeó con la culata en la sien.
Una vez dentro del sanitario, los ataron de pies y manos con precintos. Los encerraron y literalmente “tomaron” la joyería. Así tuvieron el tiempo necesario para apoderarse a su antojo de las joyas que se encontraban en los mostradores.
Afuera un cómplice que oficiaba de campana les gritaba que se apuraran ya que el “taxi” en el que iban a emprender la fuga había llegado al lugar. Con el botín en su poder -15 kilos de oro- huyeron.
Bulners y su empleado lograron cortar los precintos y dieron aviso a la Policía. Según expresaron, los asaltantes actuaron a cara descubierta.

Novedades en Mendoza
Los investigadores indagaron sobre los posibles autores del hecho y consiguieron imágenes de cámaras de seguridad de otros negocios en las que se observa al trío de malvivientes. Sin embargo, no pudieron encontrarlos hasta que en la provincia de Mendoza surgió una novedad.
Tras el cruce de información e intercambio de fotos, supieron que uno de los delincuentes era Juan Manuel Morales Neira y su hermano gemelo, Ramón Eduardo, ambos con antecedentes.
Luego de arduos trabajos de seguimiento, ubicaron nueve días después del atraco a Juan Manuel en un domicilio de Guaymallén. Semanas después, la División Robos y Hurtos de Investigaciones de Mendoza detectó a través de informaciones que recibieron que unos sujetos estaban ofreciendo joyas de oro en unos locales de la Galería Tonsa, de Mendoza capital, y lo detuvieron en calle San Martín de Luján mientras manejaba un Peugeot 208. Se trataba de Ramón, el hermano gemelo del primer apresado por el millonario robo.
En los operativos les secuestraron dinero, joyas de oro, un auto que habría sido comprado en efectivo y la misma ropa que usaron en el asalto a la joyería Nabila.
El tercer participante del millonario atraco, prófugo y con pedido de captura nacional e internacional, habría huido a Chile. Para la Justicia, el sujeto sería chileno y habría logrado vender oro en ese país ni bien huyeron de Santiago del Estero. Entre otras hipótesis, la banda eligió Chile ya que el oro se cotiza más alto y era fácil pasarlo vía Mendoza.
El 7 de mayo, la jueza de control Cecilia Vittar dictó la prisión preventiva y, de esta forma, ambos continuarán en situación de encierro por robo agravado por el uso de arma de fuego en poblado y en banda mientras se desarrolla la instrucción en su contra.
La fiscal Lorena Nieva fue quien pidió que sigan presos y explicó en la audiencia oral que la causa todavía está en plena investigación, tanto es así que restan culminar peritajes psiquiátricos a los imputados.


Cinco millones en cuatro minutos

Unos 5 millones de pesos fueron robados de un banco en la localidad bonaerense de La Tablada por delincuentes armados que simularon ser clientes. El golpe duró solo cuatro minutos y ocurrió el pasado 29 de abril en la sucursal de Santander Río ubicada en avenida Crovara y Colón de la mencionada localidad del partido de La Matanza.
Todo comenzó cuando dos delincuentes estaban en la fila de atención al público y uno de ellos extrajo un arma de fuego que llevaba escondida.
Los asaltantes, que actuaron a cara descubierta, redujeron al custodio y le quitaron el botón de seguridad, tras lo cual sustrajeron dinero de las cajas. Los delincuentes también obligaron a la tesorera a abrir la caja fuerte y robaron más dinero, confirmaron fuentes judiciales a Télam.
Una vez con el botín en su poder, salieron de la sucursal y subieron a un auto que los esperaba a pocas cuadras para finalmente escapar.
Días después, tras una serie de allanamientos dos personas de 47 y 62 años fueron detenidas.