En emotiva misa, Nicolás Baisi asumió como obispo de Iguazú

Lunes 6 de julio de 2020
Baisi -en el centro- se comprometió seguir evangelizando y sosteniendo de la fe en los cristianos.
En la tarde de ayer se realizó la misa de asunción del nuevo obispo de la Diócesis de Iguazú, monseñor Nicolas Baisi, y la despedida del obispo emérito, Marcelo Martorell. La ceremonia se realizó en la catedral Virgen del Carmen, y de ella participaron los obispos de las demás diócesis de la provincia de Misiones, además del gobernador, Oscar Herrera Ahuad; el intendente de la Ciudad de las Cataratas, Claudio Filippa; y autoridades locales.
La emotiva ceremonia despidió de la mejor manera al obispo saliente, que durante catorce años estuvo al frente de la diócesis.
Cada uno de los representantes de la comunidad resaltó los trabajos que se llevaron adelante durante toda su gestión, como la llegada de la Universidad Católica de Salta y del Instituto Superior Sagrada Familia.
En su discurso, el obispo saliente agradeció a cada una de las autoridades que lo acompañaron durante estos años y resalto el apoyo que recibió del gobierno municipal y del provincial.
Luego de la celebración de la Eucaristía, las diferentes autoridades eclesiásticas tomaron la palabra para despedir al obispo saliente y dar una fraterna bienvenida al nuevo obispo Baisi.
Uno de ellos fue el gobernador Herrera Ahuad, quien hizo entrega de un presente y en sus palabras de bienvenida resaltó la importancia de la fe en tiempos difíciles.
Asimismo, el intendente Filippa hizo entrega de las llaves de la ciudad a monseñor Baisi y aseguró que continuará brindando todo el apoyo a la comunidad católica tal como lo hizo durante la gestión de Martorell.
En sus palabras, el nuevo obispo agradeció el permiso del gobernador de que en Misiones se puedan celebrar las misas públicas, ya que “es muy difícil ser obispo en un lugar donde la congregación no puede reunirse”.
“Es una bendición poder estar en la tierra colorada y también una gran responsabilidad, ya que es un Papa jesuita el que me envía a las misiones jesuíticas, además de la gran responsabilidad de predicar el evangelio luego de los dos primeros obispos, teniendo en cuenta que cada uno sembró el evangelio con diferentes carismas, arraigando la fe de los fieles”.
Por otra parte, Baisi recordó a los mártires como ejemplo de fe, de vida y de entrega, agradeció el cariño con el que lo recibieron las comunidades misioneras y se comprometió a cumplir con el mandato de Jesús de “evangelizar y a bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
“Dicen que la tierra colorada es difícil de sacarla, yo creo que ya marcó mi corazón y será difícil que salga de ahí”, finalizó.
Martorell había presentado su renuncia al Sumo Pontífice el pasado 1 de marzo. En varias oportunidades había expresado su voluntad de jubilarse, ya que su salud se había deteriorado y en varias enfrentó inconvenientes para cumplir todas las actividades.
Martorell nació en la provincia de Salta, es profesor, filosofo y teólogo. Cuando era joven descubrió su vocación religiosa y eso le llevó a entrar el seminario diocesano, en el cual realizó sus estudios eclesiásticos. Fue ordenado como sacerdote en 1970 en Italia por el papa Pablo VI. Como sacerdote ha desempeñado numerosos cargos en diferentes provincias argentina, en 2006 fue nombrado por el papa Benedicto XVI como segundo obispo de la Diócesis de Iguazú, sustituyendo a Joaquín Piña (fallecido en 2013).