Estallido en Chile: protestas dejaron ocho muertos y cientos de heridos

Lunes 21 de octubre de 2019
Ocho personas murieron quemadas ayer en un Chile que tiene a seis de sus grandes ciudades bajo estado de emergencia. Todo tras las masivas protestas estudiantiles por el alza de tarifas en el subterráneo que derivaron en un estallido social y actos vandálicos.
Ayer el gobierno volvió a decretar el toque de queda desde las 19 hasta las 6 de hoy.
El caos en la capital chilena se extendió al aeropuerto internacional donde un par de aerolíneas chilenas suspendieron o reprogramaron sus vuelos, afectando a más de 1.400 personas. El presidente Sebastián Piñera anunció el sábado la suspensión del alza tarifaria en el subterráneo de Santiago (de 1,12 a 1,16 dólares) que rige desde hace dos semanas, pero la medida no calmó los ánimos entre manifestantes que extendieron los disturbios a otras ciudades.
Los desórdenes se extendieron a Valparaíso y Rancagua en la zona central, a La Serena y Coquimbo, por el norte, y a Concepción, 500 kilómetros al sur, y a decenas de otras ciudades.
Pese a la vigencia de un toque de queda varios suburbios de la capital chilena vivieron actos vandálicos y en la madrugada del domingo un incendio arrasó con un supermercado de San Bernardo, al sur de la ciudad, donde fueron encontrados los cuerpos calcinados de dos personas y una tercera quedó hospitalizada con el 75% de su cuerpo quemado. 
La Intendenta (gobernadora) de Santiago, Karla Rubilar, inicialmente informó que una tercera persona había fallecido. La alcaldesa de la barriada de Quinta Normal, Carmen Gloria Fernández, informó que por la mañana se quemó un supermercado y falleció adentro una persona de nacionalidad peruana. Ninguno de los fallecidos fue identificado. 
Por la noche el hallazgo de cinco cadáveres entre los escombros de una fábrica textil incendiada en el noroeste de Santiago, elevó a ocho la cantidad de víctimas fatales registradas en el contexto de las protestas de este fin de semana en Chile, informó una fuente oficial.
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, dijo ayer que hubo 103 “eventos graves” en Chile, que incluyen los tres muertos calcinados en un par de locales de Walmart. Se informó además que se atacaron ocho estaciones del subterráneo, 62 policías fueron heridos y que hay denuncias de 11 civiles lesionados. Además, en un control de una patrulla militar “se produjo un incidente donde resultaron heridas a bala dos personas, con heridas graves”.
Chadwick justificó el estado de emergencia “frente a las acciones vandálicas de los delincuentes que hemos visto operar durante la noche”. Agregó que se analiza declarar en emergencia otras ciudades. 
La Fiscalía Nacional informó que en las últimas horas fueron detenidas “por desmanes”1.462 personas. Chile importa todo su petróleo y gas natural y las alzas en internacionales de los combustibles sumadas a la del valor del dólar se traducen en aumentos de precios, en un país que a pesar de tener un ingreso per cápita en torno a los 20.000 dólares, tiene a la mayoría de los trabajadores con ingresos mensuales entre los 400.000 y 500.000 pesos mensuales (562 y 703 dólares). A pesar de los patrullajes de militares y policías, Santiago vivió el sábado protestas generalizadas, saqueos a más de 60 supermercados y farmacias, destrucción de semáforos, daños a algunos edificios, y la quema de al menos cinco autobuses del transporte público.
 Cynthia Cordero, ama de casa, caminó más de 20 cuadras buscando una farmacia comprar pañales y la encontró quemada. “No tienen derecho de hacer esto, hay que protestar contra los abusos, las alzas de pasajes, contra una mala educación y una pensión indigna, pero no destruir”, dijo a The Associated Press. Ayer temprano se formaron filas en gasolineras en previsión de lo que puede ocurrir hoy porque el subterráneo, que transporta diariamente a 2,4 millones de personas, mantiene suspendido sus servicios y dejó de funcionar el transporte público de autobuses. Además de las dificultades para movilizarse, muchos santiaguinos tendrán problemas para abastecerse de alimentos porque las cadenas de supermercados anunciaron que no abrirán hoy. 
La Confederación Sudamericana de Fútbol, Conmebol, informó ayer que se mantiene la realización del partido por la final de la Copa Libertadores, previsto para la segunda quincena de noviembre. 

El Gobierno busca la normalidad

Tras una noche con toque de queda pero mucha violencia, el gobierno de Sebastián Piñera intentaba ayer recuperar el control de las principales ciudades del país y volver a la normalidad, pero la tensión no afloja y de a poco las protestas volvían a aparecer en forma de cacerolazos, concentraciones y choques con las fuerzas de seguridad. A las 7 de la mañana, cuando se levantó el toque de queda en Santiago, Concepción y Valparaíso, las calles desiertas revelaban los destrozos que dejaron los manifestantes que desafiaron a las Fuerzas Armadas, en una noche en la que reinó el caos, la violencia, la incertidumbre y el miedo. El paso internacional Cristo Redentor, que une la provincia de Mendoza con la región de Valparaíso, en Chile, volverá a cerrarse a partir de las 19 informaron ayer autoridades chilenas de Vialidad.

Daños al subte superan los 300 millones de dólares

Los gigantescos daños sufridos por el Metro de Santiago tras la serie de protestas sociales superan los 300 millones de dólares y habrá estaciones y líneas que tardarán meses en volver a quedar operativas, afirmó este domingo el presidente de la compañía.
Eje del transporte público de la capital de Chile, con casi tres millones de pasajeros por día, sufrió “una destrucción brutal”, según afirmó a Canal 13 Louis de Grange, presidente de la compañía estatal, foco de las violentas manifestaciones callejeras que estallaron el viernes debido al alza de las tarifas en el horario punta. Al menos 78 estaciones del ferrocarril metropolitano sufrieron destrozos y algunas de ellas resultaron completamente destruidas. Tres vagones fueron completamente quemados, mientras que otros tres presentan severos daños. Los costos económicos de la destrucción “están superando los 300 millones de dólares”, agregó de Grange ayer.
Las líneas 4 y 4-A, que van hacia el sur oriente de Santiago, son las más afectadas y podrían tardar meses en quedar nuevamente operativas.