Posadas. Muchos de los espacios de la ciudad, donde hoy se levantan modernos edificios o reconocidos negocios comerciales, en un pasado, no muy lejano, fueron y tuvieron una arquitectura radicalmente diferente que el progreso sin piedad se llevó sepultándolo sin dejar huellas -en la mayoría de los casos- en el pasado.
Sin embargo, en el camino hacia la memoria y la historia de esta ciudad, la artista plástica Teresa Warenycia presenta un libro con fotografías e imágenes de la ciudad desde 1830 hasta 1930. En él expone unas 300 imágenes que le llevó cinco años recopilar y seleccionar, porque el total del corpus de su investigación lo componen más de 4 mil imágenes que incluyen las primeras registros de Posadas.
En diálogo con El Territorio, Teresa contó que en 2005 inició su investigación con registros fotográficos por la ciudad.
¿Cómo y por qué inicia esta investigación?
Nació en el marco mi post-grado de Doctorado en Arte que estoy haciendo en la Universidad de Granada. Así inicio un proyecto de rescate del patrimonio visual de Posadas, recopilando más de 4.000 registros de mapas y fotografías. Con parte de ese acopio acabo de publicar el libro “Posadas Des Memorial. Una construcción visual de lo que ha sido 1830-1930”.
¿Cuándo comienza?
Esta investigación en realidad la comencé en el 2005 con registros fotográficos que realicé por las calles de la ciudad, toma directa sin intervención ni retoques, con una cámara de 2 mega píxeles -del tipo "jabonera" -por caber en la palma de la mano-, y que me permitía hacer instantáneas de la vida social sin ser percibida por los fotografiados. La muestra se denominó Des Posada y fue expuesta aquí y en la Provincia de San Juan.
En aquel momento y con tantos recorridos diarios registrando el ambiente de las situaciones cotidianas, los sitios comunes de encuentro de la gente, los territorios simbólicos, el ritmo de la ciudad o la manera en que el habitante se apropiaba de ella, también inicié una búsqueda de sus vestigios históricos. Era muy poco lo que sabía sobre la historia de Posadas. No me estaba dando cuenta que en realidad estaba buscando cuáles eran aquellas imágenes con las que podíamos reconocernos como comunidad, en fin, fue toda una introspección fotográfica. Charlando con la gente, hacía preguntas relativas al pasado de la ciudad, como por ejemplo qué significaba Trinchera de San José o Quaranta, la respuesta siempre era la misma, “es una calle”.
Tomé conciencia que -como habitantes- sabíamos poco y nada sobre nuestro pasado guaraní, paraguayo o correntino. Se me complicaba -aún más- cuando quería poner en imágenes a Posadas, no podía recordar una pintura, una excavación arqueológica, un dibujo, escultura o monumento que la representara en sus ciento cuarenta años de historia. La ciudad no nos mostraba sus vestigios ni un cartel que me interpelara: “Por aquí pasó una guerra…”, “acá se asentaron los primeros pobladores…” o “este es el mapa más antiguo de Posadas…”. Parecía como que Posadas no me había criado, ni me había educado sobre su propia vida.
Si las ciudades tenían una intra-historia en el alma de sus habitantes, en sus calles y edificios, ¿dónde estaban guardadas las historias de la mía? Viví siempre en Posadas y de ella los relatos que me llegaron eran muy pocos. Más allá de la Bajada Vieja y los mensúes, las crónicas que circulaban se referían a nuestro pasado inmigrante -en mi caso- conocía más sobre la cultura de los ucranianos o de la evangelización jesuítica, acontecimientos trascendentes, pero que no se llevaron a cabo en Posadas. Por esta conciencia desmemoriada tuve la necesidad de llenar los blancos y comencé a trabajar en mi construcción de memoria recurriendo a la fotografía como texto histórico.
¿Cuánto tiempo le llevó recopilar las imágenes y de dónde las obtuviste?
Pasé cinco años haciendo el rastreo del lapso 1830-1930 en archivos nacionales, extranjeros, provinciales y familiares. Llegué a acopiar 4200 documentos fotográficos de antes del 30. El libro que presentaremos a la comunidad contiene solamente 300.
¿Cómo fue la reconstrucción visual?
De toda la información que fui extrayendo de las fotografías y mapas, me impresionó la recreación imaginaria -hasta ahora inédita- que hizo Norma Oviedo de cómo se conformó este territorio en 1830, aquel inicio como campamento de los paraguayos. Esta reconstrucción que se halla sobreimpresa a un mapa catastral con las calles actuales de Posadas, logra provocarnos una serie de imágenes mentales muy poderosas, nos induce a elaborar e imaginar aquel territorio del campamento y su muralla de circunvalación de 1838, contrastándolo con el presente de la ciudad. O sea, situar montes donde hoy se levantan edificios o ver arroyos donde hay cemento.
¿Tiene alguna estructura en particular el libro?
El libro está estructurado como una narración visual con 300 fotografías a toda página en 17 bloques temáticos: Campamento de la Rinconada de San José, La guerra de 1865, Los Desplazados, 1872 Trinchera de San José o Posadas, Cementerios bajo la ciudad y nombres Posadas en 1883, Postales de 1900, Templos, Hacia el Puerto, Viajeros, barcos y embarques, Andantes de selva, monte y río; Patrimonio Público, A clases, Traslados, Ciclón de Encarnación, El pueblo, la ciudad y sus emprendedores, Familiares y Amigos. La introducción a cada bloque de fotografías contiene memorias, referencias y breves contextualizaciones históricas. Es una publicación de distribución gratuita, dedicada a quienes habitaron y habitamos Posadas.
¿Cuáles son sus expectativas con este trabajo?
Me gustaría que cada uno de los lectores-intérpretes de las fotografías pueda activar su propia memoria y que nosotros como habitantes reflexionemos qué queremos conservar, ya que Posadas está cambiando vertiginosamente -lo cual es maravilloso-, pero algo debería permanecer que nos conecte con el pasado y nos recuerde de dónde venimos. Pensemos que los sitios históricos como el puerto, el ferry, la estación de trenes, los barrios de la costa, el Brete, el Zaimán, lugares-memoria por donde transcurrió la vida de varias generaciones, ya no existen. Si no, vamos a parecernos a esos nuevos ricos que quieren todo nuevo. En cuanto a la publicación, la autora señaló que se hizo posible “gracias a quienes asumieron la responsabilidad de la publicación: Ingeniero Luis Jacobo por el Consejo Federal de Inversiones y Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, al Intendente de la Municipalidad de Posadas, Ingeniero Orlando Franco; al apoyo y gestiones de Señora Martha Bordenave, Directora General de Patrimonio Cultural y Museos; a Silvia Gómez, Directora del Archivo Histórico de la Municipalidad, al Instituto Antonio Ruíz de Montoya, a la colaboración desinteresada de la Señora Profesora Alba Celina Etorena, al Periodista César Sánchez Bonifato, a los archivos facilitadores y especialmente quiero agradecer a las familias de Posadas que me abrieron sus álbumes de fotos”.
Sobre la autora
Teresa Warenycia es Artista Plástica, Profesora de Arte, Mgister en Investigación en Arte de la Universidad de Granada, España, Licenciada en Arte Escénico en la Universidad del Salvador y Profesora de Artes Visuales. Da clases de dibujo, pintura y fotografía en el Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya donde inició su trayectoria académica en 1981.