¿La ovalada no se mancha?

Jueves 23 de enero de 2020 | 04:00hs.
Foto: Sixto Fariña
“El rugby no tiene nada que ver en todo esto. El rugby no les pertenece a los delincuentes y violentos. El rugby es un deporte de contacto como muchos otros, pero no pregona la violencia. Repudiamos desde la Unión de Rugby de Misiones (Urumi) todo tipo hecho delictivo y de violencia”. 
Las palabras le pertenecen a Bruno Núñez, el actual presidente de la Urumi, quien opinó sobre el caso que conmueve al país por el asesinato de Fernando Báez Sosa, ocurrido a la salida de un boliche en la ciudad de Villa Gesell y en el que están involucrados, en su gran mayoría, jugadores que pertenecen al equipo de rugby del Club Náutico Arsenal de Zárate. 
“Antes de ser un deportista, estos chicos son personas, padres, hijos, hermanos. Se les pueden poner muchos rótulos antes de ‘rugbiers’. El rugby no tiene la culpa, nunca la tuvo ni la va a tener. Trabajaremos con los clubes reforzando los valores que nos caracterizan, siempre tratando de formar buenas personas por sobre cualquier cosa”, enfatizó Núñez. 
“Nos solidarizamos con la familia del chico fallecido, pero vuelvo a decir, ningún deporte debe estar manchado por los violentos”, sentenció. 
Otro de los protagonistas del rugby misionero que habló sobre este tema fue Facundo Tejedor, quien fue hace un par de años el presidente más joven de la Urumi y que actualmente ocupa el cargo de Consejero Unión Argentina de Rugby. 
“Lo sucedido en Villa Gesell es lamentable. Es un hecho trágico en el que todos debemos ser conscientes de la importancia del mensaje que debemos dar. No podemos atribuir al rugby el comportamiento o la conducta de las personas que lo practican porque no es justo”, analizó Tejedor. 
Además de defender el deporte y despegarlo de la violencia, el dirigente misionero en la UAR también se solidarizó con la familia del chico asesinado, condenó a los agresores y explicó cuál es, según él, el verdadero problema de fondo. 
“No es justo que hayan truncado los sueños de un chico que tenía todo por delante. Los responsables deben responder por sus actos y las entidades deportivas deben seguir predicando la disciplina como eje del desarrollo y formación de los chicos, la verdadera batalla no es contra el rugby, el deporte o los clubes, es contra las drogas y el alcohol, ese es el verdadero flagelo de la juventud”, aseguró Facundo Tejedor. 
El que también se sumó a las voces del rugby misionero para opinar sobre este caso fue Jorge Díaz, entrenador del Cataratas Rugby de Puerto Iguazú. En la misma sintonía que Tejedor, Tenso Díaz hizo hincapié en el exceso de drogas y alcohol como el principal detonante de este tipo de conductas y desligó al deporte. 
“Creo que todos los que enseñamos algún deporte nunca vamos incentivar este tipo de cosas. Todos los que enseñamos rugby o algún deporte queremos que primero sean buenas personas y después deportistas”, manifestó el entrenador. Y continuó: “Hoy es más difícil que en los años que yo jugaba. Siempre hice deportes desde muy chico y no recuerdo ninguna situación como esta. Para mí es producto de todo lo que se vive en el país, excesos de alcohol y drogas te llevan a actuar de esta manera”.  
“La educación viene primero en las casas, si somos muy permisivos después es más difícil poner límites”, advirtió Díaz. 
Otro protagonista que aportó lo suyo fue el entrenador de Capri, Gustavo Maciel, quien se mostró sorprendido por el accionar de los jóvenes. “No lo entiendo. No puedo comprender qué les pasó. No puede ser que en un grupo de diez personas no haya por lo menos cuatro o cinco que digan ‘basta, ya está’, sin importar cuál fuese la causa de la pelea. Algo está fallando y no en el deporte, en toda la sociedad”, se lamentó Topo Maciel.  

Mirar hacia adentro
El entrenador de Tacurú, Gastón Doutón, también profundizó sobre esta problemática que puso en el ojo de la tormenta a un deporte que se caracteriza por transmitir valores que se sostienen tanto dentro como fuera de la cancha. 
“Creo que en cuanto al rugby sí hay algún grado de responsabilidad y nos compete a todos los que estamos en este mundo: padres, madres, entrenadores, profesores, jugadores, autoridades. Tendremos que hacer un análisis y ver qué cosas estamos haciendo mal. No creo que estos chicos sean asesinos por haber jugado al rugby. Por culpa de algunos se mancha a un deporte tan valioso”, dijo Doutón. 
“Tenemos que trabajar desde chicos. Nosotros les dejamos en claro a los jugadores que ellos representan al club tanto dentro como fuera de la cancha. El que se vea involucrado en algún episodio de violencia será sancionado y expulsado del club. Tenemos que hacernos cargo de la parte que nos toca”, profundizó. 
En cuanto a los motivos que pueden llevar a este tipo de conductas por parte de jugadores de rugby, el entrenador de la Hormiga coincidió con varios de sus colegas en esta nota. 
“Lo que hicieron estos chicos se da por un montón de factores, ayudados por un físico entrenado que genera esta situación. También hay que hablar de la noche y los excesos, del libertinaje que tienen los jóvenes hoy. La noche está cada vez más descontrolada, pero nadie habla de eso porque es un negocio que les da de comer a muchos”, criticó. 
Por último dijo que el club educa y transmite valores, pero que lo fundamental es la educación que empieza desde la casa.
“En el club podemos educar y transmitir valores, pero primero está la familia. Estamos en un momento de efervescencia social muy fuerte. Nos falta muchísima empatía, mucha solidaridad. Hay un montón de valores en el rugby, pero no podemos dejar pasar por alto esta situación. Tenemos que hacer un análisis profundo y comenzar un trabajo de concientización, pero nada va a servir si no se empieza por las casas”, finalizó.

El Casi suspendió a Thomsen, uno de los más complicados

Luego de que la fiscal imputara a Máximo Thomsen y Ciro Pertossi como coautores del crimen, el primero fue suspendido como socio del Club Atlético San Isidro (Casi), algo que a esta altura poco debe importarle, pero de todas maneras es un gesto que se le reclamaba a las autoridades del rugby. Thomsen está acusado de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas” y podría recibir la pena de prisión perpetua al igual que Ciro Pertossi. Los otros ocho sospechosos fueron procesados como partícipes necesarios del crimen. En tanto, Pablo Ventura, el último detenido que luego fue excarcelado por la Justicia, dijo “no tengo ninguna situación de odio. Estoy tranquilo. Los conozco de vista de la ciudad, nada más”.