La profundidad de la selva en plena Alemania

Domingo 1 de diciembre de 2019 | 10:00hs.
Uno de los recorridos ideales para hacer en Alemania, además de conocer sus atractivos más conocidos, es la Ruta de la Selva Negra y con ella las bellas Triberg y Friburgo. 
La Selva Negra es una región montañosa en el sudoeste de Alemania, que limita con Francia. Famosa por sus densos bosques de hoja perenne y las pintorescas villas, a menudo, se asocia con los cuentos de hadas de los hermanos Grimm. Es famosa por los spas y los relojes de cuco que se fabrican en la región desde el siglo XVIII. La ciudad más grande de la región, Friburgo, está llena de edificios góticos y la rodean viñedos.
Triberg es una ciudad pequeña y famosa por tener la (supuesta) cascada más alta del mundo y también los relojes de cuco más grande del mundo. 
Este pequeño pueblo de Alemania está ubicado a unos 56 kilómetros de Friburgo en pleno corazón de la Schwarzwald (Selva Negra). No es precisamente uno de los más bonitos de la región, pero sí de los más turísticos.  
Aunque se diga que aquí están las cascadas más altas de toda Alemania, y quizás de tanto decirlo y anunciarlo la gente se lo crea, no es así. No son las cascadas más altas de Alemania. Las más altas se encuentran en el Sudeste alemán, en los Alpes, y son las llamadas Röthbachfall. 
Caminando entre bosques el turista se mete de lleno en ellas, se sube por los senderos que llevan a lo alto de la montaña donde empieza la caída: son 163 metros de caída, repartidas en varios tramos. Se puede caminar cerca de ella, ya que hay caminos que llevan desde abajo hasta lo más alto. 
El pueblo está prácticamente en la entrada a las cascadas, puerta donde se debe pagar por entrar a este paraje natural. Entregan un mapa con los caminos a tomar hasta subir a lo más alto, además de más información.
Nada más al cruzar la entrada, un caminito con poca pendiente se va llegando al corazón de la cascada. 
A la derecha se puede observar el final, cuando es ya sólo un riachuelo, mientras que si se alza la mirada se ve el manto de agua del salto final. 
Al llegar a la primera cuesta hay dos caminos. Los dos te llevan al mismo lugar, pero con diferente dificultad. El de menor dificultad da una pequeña vuelta. Al final de esa cuesta está el mirador, desde donde se toman las mejores fotos de la caída. 
En verano suele estar muy concurrido a la hora de hacer fotos.
La cascada la cruzan puentes de madera o metal, que son por donde deberás cruzar siguiendo el camino más adelante.
Al ascender por el camino que va paralelo a la cascada, éste se va transformando también a medida que se sube.
Cuando se llegue a lo más alto se verá todo el salto y a la gente subir. 
Estando en la parte más baja quedan siete niveles para llegar a lo más alto. 
Es un camino bastante familiar, tiene espacio para ir con cochecitos, con niños y está muy bien señalizado para no perderse. 

A Triberg 
La línea de tren Schwarzwaldbahn se dirige al sudeste hasta Constanza y al noroeste hasta Offenburg. Un colectivo cruza el valle de Gutachy del Kinzig y otro va al sur hacia Villingen (cada hora).
La ruta que sale de Offenburg hacia Donaueschingen es la mejor opción y la más directa, tampoco es mala idea perderse por infinidades de pueblos y carreteras de montaña. Va paralela al río Kinzig, río que, según muchos, divide las dos zonas de la Selva Negra, la baja y alta.
Otra opción es ir en tren. También sale de Offenburg y su destino final es el lago Constanza, haciendo paradas entre medias como Donaueschingen o Triberg. 
Circula también por el bonito valle del río Kinzig y justo antes de llegar a Triberg se desvía por una zona montañosa y de bonitos paisajes. 
Lo peor de la opción de elegir el tren es que la estación de trenes de Triberg se encuentra alejada del pueblo, por lo que hay que andar subiendo cuestas.
El invierno en la Selva Negra es tan frío -nieva bastante- que la gente muchas veces se encierra en su casa y realiza actividades manuales. 
En Triberg hace tanto frío que la gente se encierra y realiza relojes de cuco, en plena ciudad está la Casa de los mil relojes, que se puede visitar y también llegar a comprar.
El reloj de cuco más grande de Alemania (y puede ser que del mundo) está llegando por la calle principal, dos kilómetros cuesta arriba y un poco apartado, pero muy fácil de llegar. 
 Una vez que se visite un poco el pueblo y se realicen las compras del recuerdo, llega la hora de la merienda y qué mejor que hacerlo en donde tienen la receta original de la famosa torta de Selva Negra y es en el Café Schäfer donde tienen la receta original de 1975 de Josef Keller. 
A pesar de su renombre y de que hay mucha demanda, aquí Claus Schäfer sólo hace un par de tortas Selva Negra cada mañana, ya que dice que el pastel debe comerse el mismo día que se elabora. 
El aspecto de sus tartas es extraordinario y a pesar de sus ingredientes es un postre poco empalagoso. Es casi imposible resistirse a la tentación.
Si se tiene ganas de probar la torta Selva Negra, la más famosa de Alemania, se puede hacerlo reservando este precioso viaje.

Friburgo 
Bendecida con más de 2.000 horas de luz a lo largo de todo el año Friburgo es una de las ciudades más alegres y con mejor ambiente de toda Alemania. Aquí se encuentra una  universidad por lo que se en las calles se ve a muchos chicos jóvenes y también están los viñedos de toda la región del sur de Alemania que la convierten en uno de los lugares más visitados y más bellos de todo el país. 
Una curiosidad de la ciudad es que hay canales que la recorren, pasan por la mitad del casco histórico y según cuenta la leyenda aquellos que pasen por ellos se terminan casando con alguien local, mucha gente lo utiliza para mojarse los pies, más allá de la leyenda. 
Un edificio rojo llama la atención y es el Historisches Kaufhaus, una galería de arte, pero anteriormente era un edificio muy importante del siglo XIII, hasta el día de hoy siguen manteniendo la fachada con los escudos.   
Su epicentro turístico es la Münster (catedral) situada en la animada Münsterplatz. Construida en estilo gótico a mitad del siglo XIV, destaca por el color rojizo de sus paredes y su estilizado campanario de 116 metros. 
Además, las numerosas agujas y gárgolas que decoran los muros hacen que uno se sienta como si estuviera en plena Edad Media… sensación que no se abandona mientras se pasea por todo el casco antiguo. 
En el interior de la Münster destacan las vidrieras, así que también merece la pena entrar… incluso subir a la torre si el día acompaña.
Otro lugar de enorme interés es la Rathausplatz, no sólo por albergar el antiguo y el nuevo Rathaus (ayuntamiento), sino porque aquí se encuentra la oficina de turismo. Si no se va con tiempo suficiente para perderse y callejear, hay que pedir aquí un mapa y seguir el itinerario recomendado. 
El Altstadt (casco antiguo) es pequeño y todo gira en torno a su arteria principal, la Kaiser-Joseph-Straße, que desemboca en una de las bellas puertas de entrada a la ciudad antigua. Por último, tampoco hay que perderse la calle Gerberau, que transcurre paralela al canal de la ciudad y donde se pueden encontrar cafeterías y cervecerías que invitan a un descanso. 

Para agendar

Desde Posadas
Existen diversas opciones para llegar a la Selva Negra,  los paquetes de agencias y la autogestión son válidas

U$S 139

Es el precio por el alojamiento en Haus Renate Groß por tres noches, a un kilómetro del centro de Triberg

U$S 175

Es el precio por alojamiento por tres noches en P&B Monteur & Ferienzimmer muy cerca del centro de Friburgo


Un lugar donde todo el año se vive el espíritu de la Navidad

Cuando se acerca el mes de diciembre, son muchos los negocios que comienzan a vender adornos navideños. Y este es uno de los signos de la proximidad de las fiestas de fin de año.
En varios países de Europa, también en diciembre, comienzan los mercados de Navidad. En plazas y paseos se arman hermosos escaparates. Alemania es uno de los países con gran tradición en estos mercados. Y precisamente allí, caminando por la ciudad de Heidelberg, se puede encontrar un negocio que durante todo el año vende solamente adornos de Navidad. Es como entrar a la casa de Papá Noel.
La ciudad está ubicada en el oeste del país, en la ruta de la Selva Negra, a orillas del río Neckar. Se caracteriza por el paisaje, un gran castillo renacentista, sus edificios góticos, hermosas iglesias y por ser sede de la universidad más antigua de Alemania, fundada en 1386.
Muy cerca de la universidad está ubicada la casa Kathe Wohlfahrt, que es un pequeño paraíso navideño con miles de objetos ubicados en los pequeños salones. El recorrido entre árboles, adornos, luces, relojes, cajas de música, vajilla y mantelería es ya un sorprendente paseo. La variedad y calidad es extraordinaria. Todos los productos son fabricados por artesanos muy cerca de allí, en Rotemburgo.
En las guías de turismo no siempre figura este tipo de negocios a donde vale la pena quedarse a dedicarle un rato para conocerlo y deleitarse.
Y si queda tiempo, no perderse de ir hasta el café y panadería Gundel para probar el kurfurstenkugel, que es dulce simbólico de Heidelberg.