“Los ciclos para las epidemias de dengue se acortaron en la región”

Sábado 19 de septiembre de 2020 | 06:30hs.
Steinhorst es licenciada en Genética y trabaja desde hace varios años con el mosquito Aedes aegypti | Foto: Nicolás Oliynek
María Elena Hipólito

Por María Elena Hipólito sociedad@elterritorio.com.ar

El Aedes aegypti llegó para quedarse. El mosquito transmisor del dengue -y otras enfermedades como el zika, la chikungunya y la fiebre amarilla-, convive con el ser humano y acecha los 365 días del año.

Los datos hablan por sí mismo y dan cuenta del riesgo latente. En lo que fue este último brote que sufrió la provincia de Misiones en el período 2019/2020 se registraron 10.083 notificaciones de dengue y a nivel nacional la enfermedad arrojó cifras mayores a la última epidemia de 2015/2016.  

El Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación detalla que este brote de dengue es el de mayor magnitud que se haya registrado hasta el momento en Argentina, con 58.889 casos, superior al anterior que tuvo 41.749.

Sin embargo, el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud recibió 96.454 notificaciones con sospecha de la enfermedad.

Este año se dio la particularidad de la circulación viral de tres de las cuatro cepas de esta patología arbovirósica en el país y en particular en Misiones: DEN-1, DEN-2 y DEN-4, lo que representa una mayor preocupación dado que esta coexistencia puede derivar en cuadros hemorrágicos.

“Lo que tiene además el Aedes es que con el tiempo se fue adaptando a los distintos recipientes que el ser humano fue dejando, pasó de lo que era el cuenco de un árbol o las axilas de las plantas y ahora se lo encuentra hasta en las cáscaras de huevo, es increíble la adaptación que tiene y lo hizo en pocos años. El hombre obviamente colaboró con esto al dejar los patios con estos recipientes y generando otros”, alertó Ingrid Steinhorst, licenciada en Genética y jefa de Entomología del Instituto Municipal de Vigilancia y Control de Vectores de Posadas, en diálogo con El Territorio.

Los tres serotipos en coexistencia y la gran capacidad de adaptación del vector a las condiciones climáticas favoreció a que el periodo entre los brotes se acorte. “Las epidemias tienen su ciclo que son entre cuatro y cinco años, ahora esos ciclos se acortaron en la región. En 2015/2016 hubo uno muy fuerte y ahora este. El mosquito no perdona”, sostuvo.

En esa misma línea, agregó: “Misiones no tiene mucho tiempo de frío, cada vez tenemos menos y no llegamos a temperaturas bajo cero durante varios días; y eso también influye en el ciclo biológico del mosquito, el cambio climático propició que tengamos Aedes todo el año”.

 Es por ello que durante todo el año se realizan trabajos para prevenir o tratar de disminuir los casos de dengue. Uno de ellos es el Levantamiento de Índices Rápidos de Aedes aegypti (Liraa) que hasta ayer tenía 2.256 casas y mide la cantidad de criaderos o posibles criaderos. Es el paso previo para definir y sectorizar las próximas acciones como la limpieza y el descacharrado en este periodo de interbrote.

Durante este último brote los barrios más afectados por la enfermedad en la capital provincial fueron Villa Sarita, Villa Cabello y San Isidro. Es en ese contexto que Ingrid hace hincapié en la concientización de los vecinos: “Hay de todo, está el bien enseñado y el mal aprendido. Por lo general las cosas nos pasan por lo que vemos, si le enseñás y le mostrás al vecino lo que es un criadero es más fácil aprender”.

Y añadió: “Trabajando con las ovitrampas -que se recolectan semanalmente-, hubo vecinos que limpiaron los patios a la tercera vez que fuimos pero hay otros que las veces que volvés lo encontrás en las mismas condiciones. Es algo que va a llevar mucho tiempo para que cambie”.

Estudios en laboratorio
Por estos días el Instituto de Control de Vectores se encuentra abocado a procesar las muestras del Liraa que los técnicos traen día a día.

“Bajo la lupa se puede establecer si se trata de alguno de los Aedes u otras especies que pueden ser ochlerotatus que la gente denomina comunes o esos que no dejan dormir”, explicó Steinhorst.

Y profundizó en su trabajo: “La diferencia entre las larvas del Aedes y las otras especies es la manera en que respira, los chicos ya pueden detectar en campo la posición de los tubitos para respirar que tienen las larvas. Después ya tiene otras características más morfológicas que los hacen diferentes: ese mismo tubito puede ser más corto o más largo dependiendo de la especie”.

Al mismo tiempo precisó que en Misiones hay dos tipos de Aedes transmisores de la enfermedad: el albopictus que prefiere las zonas más selváticas y el aegypti que es antropofílico y convive con el ser humano. Mientras que un tercer tipo, el japonicus, se ubica en países de Asia y Europa “que no le gusta tanto el calor pero sí el frío y podría ser un potencial transmisor para el Sur de Argentina”.

En cifras

58.889

Fueron los casos de dengue a nivel nacional, según el Parte Epidemiológico de Nación, el número más alto registrado hasta el momento en el país.

10.083

Fue la cantidad de notificaciones que recibió Salud Pública de la provincia de esta enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti.

3

Son las cepas de dengue que coexistieron en este último brote en Misiones: el DEN-1, DEN-2 y DEN-4. El riesgo reside en que se pueden dar cuadros hemorrágicos.