Treinta años después comenzó el juicio por el genocidio camboyano

Miércoles 18 de febrero de 2009
El jefe de una prisión donde 16 mil hombres, mujeres y niños fueron torturados antes de morir ejecutados compareció ayer ante el tribunal del genocidio en Camboya, el primer juicio al reino de terror de hace tres décadas.
El proceso contra un miembro del sanguinario régimen del maoísta Khmer Rouge comenzó ayer en Camboya, después de 30 años de demoras y polémica y en medio de gran expectativa local y mundial. El jefe de las prisiones del gobierno que entre 1975 y 1979 mató a casi dos millones de camboyanos, Kaing Guek Eav, alias Duch, acusado de crímenes de lesa humanidad, es el primero de cinco acusados que van a los demorados juicios por el tribunal asistido de la Onu.
Los cinco formaban parte de un grupo reducido de ultracomunistas que convirtieron Camboya en un enorme campo de concentración y un osario en el que por lo menos 1.700.000 personas murieron de hambre, enfermedades y ejecuciones.
Duch, que dirigió la prisión S-21 en Phnom Penh para el Jemer Rojo, es el único acusado que manifestó remordimiento por sus acciones, y ayer volvió a disculparse por lo que hizo.
“Duch admite los hechos de que se le acusa”, dijo su abogado francés François Roux, en una sesión informativa después de la sesión. “Duch desea pedir perdón a las víctimas y también al pueblo camboyano. Lo hará públicamente. Eso es lo menos que debe a las víctimas”.
La audiencia de esta semana establece el programa del juicio, que comenzará a fines de marzo. La fiscalía dijo que presentará 33 testigos a lo largo de 40 días, mientras que la defensa dijo que oirá a trece testigos en cuatro días y medio.
Resulta improbable que las expresiones de Duch cambien la actitud pública. “No solamente yo soy quien reclama justicia hoy. Todo el pueblo camboyano esperó treinta años”, dijo Vann Nath, uno de los 20 sobrevivientes de S-21, que asistió a la audiencia.
“Miro hoy a Duch y parece un hombre viejo y muy gentil. Era muy diferente antaño”.
Vann Nath, quien sobrevivió pintando y esculpiendo obligado retratos de Pol Pot, el líder del Jemer Rojo, describió a Duch como “un hombre muy cruel”.
Duch, de 66 años, es acusado de cometer o instigar numerosos delitos incluyendo asesinatos, torturas y violaciones en la prisión S-21, una escuela en sus orígenes, donde sospechosos de ser enemigos, hombres, mujeres y niños, fueron torturados antes de ser ejecutados.
“Esta primera audiencia representa la concreción de esfuerzos significativos de establecer un tribunal justo e independiente para juzgar a los líderes y los más responsables de las violaciones del derecho camboyano e internacional”, dijo el juez Nil Nonn, que preside el juicio.
Pero el tribunal suscitó fuertes críticas. Sus procedimientos sumamente lentos se vieron plagados por interferencia política del gobierno camboyano, denuncias de prejuicio y corrupción, escasez de fondos y disputas entre abogados.
Algunos observadores creen que el primer ministro Hun Sen , ex funcionario del Jemer Rojo, controla el ámbito del tribunal dirigiendo las decisiones de los fiscales y jueces camboyanos.


Impusieron el Año Cero torturando y matando a dos millones de civiles

CAMBOYA. El “camarada Duch” fue director de la prisión de Tuol Sleng, un infame centro de detención ubicado en la capital de Camboya, Phnom Phen, donde murieron más de 16 mil opositores durante los cuatro años de dictadura de los “Khmer Rouge”, Jemeres Rojos.
Dirigida por su líder, Pol Pot, la organización tomó el poder tras la Guerra de Vietnam, la expulsión de Estados Unidos y el derrocamiento de la dictadura que gobernaba el país desde 1970, y fundó un nuevo Estado, la Kampuchea Democrática. Duch se convirtió al cristianismo a fines de los ‘90. Detenido en 1999, este ex profesor de matemáticas será el primero en explicar uno de los experimentos políticos más brutales del siglo XX.
Al menos 1,7 millones de camboyanos -cerca de la quinta parte de la población- fueron asesinados o murieron de desnutrición, enfermedades o de exceso de trabajos forzosos antes del derrocamiento del régimen por fuerzas vietnamitas, en 1979.
Vaciaron las ciudades mientras detentó el poder y exilió a millones de personas a granjas comunitarias en un intento por volver la sociedad al “Año Cero” y concretar la utopía marxista.
Aunque nacido como Partido Comunista Camboyano, el primer rey de Camboya bautizó a la organización como Khmae Krojom en la década de 1950, y el nombre se popularizó en francés como Khmer Rouge. Su traducción al castellano es Jemeres Rojos.
Pese a la escalofriante cifra de víctimas de la que se responsabiliza al régimen, sólo cinco personas fueron detenidas y procesadas por el tribunal, establecido luego de prolongadas y difíciles negociaciones entre la Onu y el gobierno de Camboya. Pol Pot murió en 1998, al parecer de causas naturales.
Los detenidos eran llevados a la prisión para ser ejecutados: los adultos eran muertos a bastonazos para ahorrar balas y a los chicos se les golpeaba la cabeza contra árboles.
Sólo la creación del tribunal y sus trabajos previos costaron ya 50 millones de dólares, y todo el proceso se vio empañado por acusaciones de corrupción y de que el gobierno camboyano intentó demorar las acciones.
Los juicios de los otros cuatro líderes que están presos, entre ellos el “Hermano Número Dos” o vicejefe del partido, Nuon Chea, deben comenzar este año luego de que termine el de Duch, aunque aún no tienen una fecha establecida.