Juan Alberto Díaz, el principal propulsor de la búsqueda del supuesto tesoro que hasta ahora no aparece, sustancia su lucha en supuestas imágenes tridimensionales de expertos australianos que confirman la existencia de lingotes de oro.
Hasta ahora esas imágenes no fueron mostradas en público. Repentinamente, en medio del trajín mediático, aparecieron varios benefactores que colaboran con dinero o con su experiencia a la hora de la excavación.
Mientras tanto, las autoridades son cómplices. La búsqueda tiene el permiso del intendente de Capiatá, Antonio Galeano. El aval de la Procuraduría General de la República. La colaboración de unos 50 agentes policiales que custodian la zona en vez de cuidar la seguridad en las calles. Y hasta el Ministerio Público está implicado. ¿Quién se hará cargo del daño al terreno? ¿La Municipalidad? ¿Los vecinos? ¿Cuándo se detendrá la búsqueda si es que no se encuentra tesoro alguno?
César López, procurador del Estado, afirmó que si el supuesto oro llega a ver la luz se determinará si es patrimonio del país o la repartija se regirá por el Código Civil, que determina que el 50% del tesoro será para el buscador y el otro 50% para los dueños del inmueble (Municipalidad de Capiatá y una familia de apellido Benítez).
Por cierto, si el oro aparece tendrá un valor actual de U$S 461 millones, casi un cuarto de la deuda externa del país.
En el lugar unos 50 policías deben resguardar la excavación hasta que finalicen los trabajos.
Por el momento, el supuesto tesoro no aparece y la Secretaría del Ambiente advirtió sobre un posible daño ambiental.
La Fiscalía se constituyó en el lugar pero no intervino en los trabajos.
El buscador de tesoros enterrados (plata yvyguy) aseguró que no es una versión el hallazgo de un cofre o caja con oro.
“Tengo un cuerpo de buzos que entrará bajo el agua a cortar y abrir la caja que es de hierro y tiene espesor de 15 centímetros”, explicó Díaz, en comunicación con 780 AM.
Agregó que lo difícil será sacar del lugar el tesoro, atendiendo su peso, unos diez mil kilos, según declaró.
Recordó que, a través de su escáner, logró identificar un metal de gran porte, el cual fue confirmado como oro, según especialistas de Australia, adonde envió las evidencias.
Explicó que la caja es de hierro y que está cubierta con un material sólido formado por la mezcla de cenizas y miel.
En otro momento, confesó que varios hechos misteriosos acompañan la búsqueda. Contó que ordenó que las máquinas pesadas dejen las excavaciones de 12 a 13, debido a que en ese lapso un espíritu interviene en el lugar.
Según los vecinos, suelen ver espíritus de los que serían soldados que protegen al tesoro. Manifestó que se trataría del tesoro del Mariscal Francisco Solano López, presidente del Paraguay durante la Guerra de la Triple Alianza (1865-1870).
“Yo duermo a unas cuadras de ahí. A las 12 de la noche vinieron los vecinos corriendo a despertarme y decirme que caían estrellas y había fuego saliendo en el lugar. Yo salí y no vi nada, pero ellos estaban convencidos de lo que veían”, aseveró, lo cual lo dejó tranquilo por ser una prueba más de que algo había en el fondo del pozo, añadió.
“Ellos (los espíritus) tienen un poder impresionante. Si a ellos no les gustás, vos no vas a poder sacar el tesoro. Jamás un asesino o estafador sacó un tesoro”, acotó.
Explicó que, de encontrarse el tesoro, él se llevará el 50% de lo encontrado, mientras que las municipalidades de J.A. Saldívar y Capiatá se repartirán la mitad restante.
Aclaró que si los materiales preciosos hallados cuentan con logos del Estado paraguayo, la mitad del tesoro va para el Gobierno, y este repartirá una parte a las municipalidades afectadas por las excavaciones.