Maia Noe es de Morón y Matías Landi Bratt viene de Villa Bosch. Los unió el amor, el arte y la imperiosa necesidad, para ellos, de conocer el mundo. Ella es cineasta y poeta, él se forjó un camino como actor de teatro y circo.
Unieron sus vidas y se encuentran en Misiones como parte de un raid interminable. Decidieron que quieren vivir viajando, cuando ya empezaban a tener, si querían, la vida cuasi solucionada en Buenos Aires. Matías fue parte del elenco del grupo Alas, una poderosa compañía de teatro infantil que trabaja en todo el país, con varios grupos de actores que se meten en salas de la diversa y atractiva geografía argentina.
Además de todo lo necesario para subsistir, en sus mochilas cargaron una obra de teatro, “El Árbol sin Hojas” y “Ajena”, un cortometraje experimental con el que reflejaron miradas sobre la taciturna Buenos Aires.
Y tienen una idea sensacional: cruzarán la frontera misionera brasileña, como si colocaran los cordones a una zapatilla. “Deseamos ir uniendo ciudades misioneras, ir costeando, o sea por ejemplo vamos a San Javier, hacemos función, cruzamos a Porto Xavier, luego hacer lo mismo con El Soberbio-Puerto Soberbo, Alba Posse-Puerto Maua, Bernardo de Irigoyen-Dionisio Cerqueira”. Sin quedarse mucho tiempo en cada lugar, el proyecto incluye conocer el planeta.
“El Árbol sin Hojas” habla sobre que “lo único que hay que hacer es lo que uno quiere hacer, no obligarse a hacer otras cosas. El argumento no trata de romper sólo con el sistema, sino que la esencia de la obra parte de hacer lo que verdaderamente sientas que tenés que hacer, sin que te importe el qué dirán, o que te digan lo que debés hacer, y a eso se suma un discurso de cuidado del medioambiente", confían Maia y Matías, agregando que les interesa hablar sobre la libertad, no desde lo que quiero y hago daño, “sino desde el punto de que se tienda al bien”.
Van 30 días en la ruta
Hace un mes que la pareja se lanzó a los confines. “Tomamos la decisión de vivir viajando, entonces vamos a representar nuestros proyectos en cualquier lugar y hacer lo que narra la obra: lo que queremos”.
Sobre su pasado reciente Matías especificó que “integré el grupo Alas, que se dedica a representar obras infantiles, que generalmente cubren Buenos Aires, Santa Fe, Chaco, Misiones, Corrientes y Paraguay. Empecé con eso, estuve en la ruta por espacio de dos meses y dejé para encarar esta nueva vida. Estando ahí me di cuenta que quería hacer obras infantiles, pero desde otro costado, no para hacer guita”.
La joven Maia es la primera vez que recorre la provincia, en cambio Matías llegó tres veces, visitando Puerto Wanda, Iguazú y El Soberbio, “la verdad que es mi provincia favorita, los niños son alucinantes, estuve haciendo funciones de teatro y circo y noté que están acostumbrados a que nadie se ponga a jugar con ellos y son muy cálidos, me invitaron a sus casas”.
En las funciones que desarrollarán en Brasil, se iniciará con proyección de diapositivas, luego una intervención en la que Matías da rienda suelta a su talento como artista circense, malabares y un fantástico manejo de una bola de acrílico que semeja una gota de agua. A todo esto Maia le suma belleza poética y el cortometraje de su autoría, fruto de su formación cinematográfica en el Cievic, de Buenos Aires.
El corto se titula Ajena, es una mirada sobre Buenos Aires, un trabajo experimental, documental y participará en el Festival de Girona, “lo enviamos y lo seleccionaron”. Pero, además, tienen la intención de juntar materiales audiovisuales independientes, “que vayamos recolectando en los puntos de este viaje interminable, ir conformando una pequeña videoteca y proyectarlas en todos los lugares a los que lleguemos”, observaron a El Territorio antes se partir a San Javier.