Al declarar este miércoles ante la Cámara Penal en lo Criminal de General Roca y responder a todas las preguntas de los jueces y la fiscal, Soria hijo aportó detalles de la relación de pareja que mantenían sus padres que, según dijo, había empeorado cuando su padre realizaba la campaña a gobernador y pasaba más tiempo en su casa.
Tras aportar describir la conflictiva relación de pareja que tuvieron sus padres, Soria hijo aseguró que nunca hubo violencia física entre ambos.
"Mi viejo jamás le tocó un pelo a mi vieja, hubiese sido imposible. No tenía nada que ver son su personalidad", afirmó.
Luego describió con anécdotas las peleas entre ellos y dijo que en el último año y medio, durante la campaña a gobernador de su padre, las peleas crecieron en número e intensidad, y se les agregaron los "celos enfermizos" de su madre.
"Los dos eran celosos, pero en los últimos tiempos, cuando él dejó de ser diputado nacional, fue intendente de General Roca, pasaba más tiempo en casa y se agravaron los celos de ella. Y más cuando en 2010 comenzó con la campaña electoral para gobernador", agregó el actual intendente de General Roca.
Durante las dos horas que duró su testimonio, que pudo ser presenciado por el público y la prensa, Martín Soria dijo que ni por referencias de su padre ni por información fehaciente de terceros piensa que éste engañara a su madre con otra u otras mujeres.
Al respecto, se quejó y se mostró enojado por las versiones que corrieron en ese sentido y por las expresiones públicas sobre un supuesto maltrato físico del asesinado gobernador hacia su esposa, a las que calificó de "erróneas", "falsas" y "equivocadas".
Sobre su madre, Soria hijo dijo que si bien bebía no padecía una adicción alcohólica, y manifestó que sí consumía psicofármacos.
"Pero no se empastillaba, nunca lo hizo", precisó el intendente.
Asimismo, Soria hijo aportó datos sobre el arma con la que el 1 de enero pasado su padre recibió el tiro mortal en el rostro, un Smith & Wesson calibre .38 que pertenecía a su abuelo paterno.
"Era un revolver muy viejo que mi papá llevaba siempre con él más por sentirse seguro que por seguridad. No creo que nunca antes lo haya usado para disparar", dijo.
Durante su declaración ante los jueces, el intendente de General Roca se quebró varias veces e incluso lloró cuando recordó los últimos minutos de agonía de su padre.
También se emocionó al recordar una conversación que mantuvo con su madre tras el crimen y con un psiquiatra amigo de la familia, Luis Di Giácomo, cuando regresó de visitarla en el hospital de General Roca.
"Hablamos de mis hijas, de la municipalidad, de varias cosas, pero no me preguntó nada de papá. Ni quién lo había vestido ni sobre el entierro, nada", le dijo Soria hijo al psiquiatra tras visitar a su madre.
A lo que el profesional le respondió: "Eso muestra lo mal que está, cualquier persona en sus cabales tendría vergüenza ante sus hijos, estaría arrepentida", recordó Soria conmocionado.
El intendente de General Roca permitió que su testimonio fuera presenciado por la prensa y el público, lo que el tribunal había vedado a pedido de sus hermanos.
Al abandonar la sala de audiencias, Soria dijo a Télam que había pedido declarar a puertas abiertas porque a diferencia de sus hermanos él es una persona pública y este es un juicio público, aunque respeta la decisión de sus hermanos.
Tras la declaración de Martín Soria, el tribunal escuchó a su esposa, Leyla Aschkar, y por la tarde tiene previsto tomar testimonial a otro de los hijos del asesinado gobernador, Carlos Soria.
Freydoz, quien está internada en el servicio de Salud Mental del Hospital General "Doctor Pedro Moguillansky" de Cipolletti, comenzó a ser juzgada el último lunes y prefirió no declarar.
El hecho ocurrió el 1 de enero último, apenas 21 días después que el mandatario provincial asumiera el cargo, y causó una gran conmoción en la provincia y en el país.
Los pesquisas creen que Freydoz le disparó a la cabeza a Soria con un revólver calibre .38 del gobernador, "en el marco de una discusión" por celos que había surgido luego de la celebración familiar del Año Nuevo.
Ayer, el abogado defensor de Freydoz, Alberto Riccheri, dijo que en el momento del crimen su defendida "no se comportaba normalmente" y sufría un desequilibrio "patológico".