Misiones en el mapa de Hitler

Domingo 31 de marzo de 2013
Si no hace mucho llamó poderosamente la atención ver la Triple Frontera en un mapa que servía como escenografía de fondo en un video de Bin Laden, la supuesta presencia del Führer en la tierra colorada no resultará menos llamativa ni paradójica.
Por un lado, nadie puede confirmar que Hitler haya estado en la selva misionera.
Por otro, nadie puede negarlo del todo. 
Porque el cadáver incinerado en su bunker podría no ser el suyo, o bien porque desde 1944 abundan otros interrogantes sustentados con pruebas oficiales.
Entre ellos, el de dos submarinos alemanes que desembarcaron en Mar del Plata, previa escala en las costas patagónicas, y el de la mención específica a tierras en Misiones que Hitler habría adquirido en 1941. 
Testimonios de revistas de época y otros que integran una investigación profunda, desde hace años en archivos de la Cancillería Argentina, así lo revelan.

Conjeturas iniciales
En su ejemplar del 23 de julio de 1945 el semanario norteamericano Newsweek, que cubría la crónica del día a día del final de la Segunda Guerra, informó sobre el enigmático hundimiento del crucero Bahía, ocurrido poco antes en el Atlántico ecuatorial (“Loss of brazilian cruiser linked to possible attack by nazi sub”) .
El malogrado crucero de 3.200 toneladas operaba militarmente junto a buques aliados en la línea marina Natal-Dakar y su hundimiento es considerado la mayor catástrofe de la historia naval brasileña: el 4 de julio de 1945 perdieron la vida 300 tripulantes.
La causa había sido “una misteriosa explosión en popa” que generó tres pistas investigativas: una mina sumergida, una falla de caldera, y “un torpedo disparado desde un submarino alemán que navegaba hacia las costas argentinas”.
 El 30 de julio la misma Newsweek amplía su informe (“Argentina: Hitler jutters”) y da cuenta del arribo de dos submarinos alemanes (U-530 y U-977) a la base de Mar del Plata y de una misteriosa escala previa en las costas patagónicas donde desembarcaron dos individuos disfrazados de pescadores.
“Diversas investigaciones, afirma Newsweek, plantean la posibilidad de que Adolf Hitler fuera uno de esos individuos (“Hitler and his wife, Eva Braun, landed in Argentina and are on an inmerse german owned estate in Patagonia…”).

¿Tierras en Misiones?
La Comisión para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en Argentina (Ceana) publicó su 3º informe en noviembre de 1998.
La dirigían los reconocidos investigadores Robert Potash y Ronald Newton.
El citado informe está archivado en la Biblioteca del Servicio Exterior de la Nación y aborda la triangulación entre España-Italia-Argentina como ruta de fuga de jerarcas nazis, la ruta del oro nazi, y la de valiosas obras de arte extraviadas durante la guerra.
Un capítulo en particular, de Newton (“Actividades clandestinas de la marina alemana en aguas argentinas entre 1930-1945”) brinda referencia especial de la rendición de los dos submarinos en Mar del Plata y de la búsqueda de los rastros de Hitler en Argentina.
Luces y sombras: por un lado, las rendiciones efectivamente ocurrieron el 10 de julio y 17 de agosto, de 1945; y por otro, aunque el MI-6 inglés no halló evidencias de La Gran Huída, y que los archivos desclasificados en 1979 no la confirmen, aún no está dicha la última palabra: en 2015 se desclasificarán nuevos archivos, sujetos a 70 años de silencio.
Los párrafos esenciales del informe de Newton se transcriben textualmente: “Hans Joachim Bonsack, un refugiado alemán del nazismo, residente en Montevideo, recibió vía España una carta de su exprometida, la condesa Vicky Stromberg, de Alemania”.
“Le describía los planes urdidos en el castillo de su padre para trasladar a Adolf Hitler en un submarino clase U a las tierras del Barón Ketler, en el sur de Chile. Pasarían por Liechtenstein, España, o Portugal, en el U 530 y menciona la ayuda para recibirlo de la familia del conde Luxburg, enviado alemán en Argentina durante la Primera Guerra Mundial. Los investigadores de los aliados en Alemania, a los que se les pidió que indagaran la cuestión, no volvieron a aparecer. En 1941, Hitler había comprado tierras en Misiones. El objetivo era Carl Von Dem Busshe quien se había apartado de los nazis. Se lo habían señalado como intermediario en el negocio, su hermana era la esposa de un oficial del servicio exterior de EEUU, Clarke Timberlake”.
A fines de setiembre el activista nazi Walter Wilkening informó desde Buenos Aires: “Hitler está vivo y está escondido en uno de los tres submarinos ubicados en alguna parte de la costa española. En los últimos días de agosto llegó a Buenos Aires correspondencia remitida desde el cuartel general de Hitler, por correo diplomático español, conteniendo instrucciones dirigidas a los nazis locales, “de prepararse y permanecer firmes en sus creencias”. Hitler había volado al África, abordó el U530, y desembarcó entre Necochea y Miramar el 20 de junio, disfrazado de pescador con el rostro cambiado. “Partió al Chaco paraguayo”, expresó Arthur Meyer al FBI, confirmado por John Mattern. Los consejeros legales de la embajada estadounidense en Buenos Aires continuaron la búsqueda hasta 1949 y produjeron un informe de 700 páginas”.
Como se ve, cruzando información, puede rearmarse el puzzle de la Hoja de Ruta de la Gran Huída: Puerto de Riel (Alemania), Noruega, España, África, U 530, hundimiento del Bahía, desembarco en Patagonia, rendición en Mar del Plata, Misiones, Chaco paraguayo… y de allí el misterio de su paradero.


Quién era Hitler
El nazismo no puede entenderse sin la figura de Adolf Hitler (1889-1945), que fue su máximo representante e ideólogo. Hijo de un funcionario austríaco de aduanas, su verdadera pasión de juventud fue la pintura.
Se trasladó a Viena con el fin de ingresar en la Academia de Bellas Artes, pero fue suspendido en el examen de ingreso.
Su estancia en la capital del Imperio Austríaco transcurrió entre penurias económicas.
En 1913 la abandonó y se trasladó a la ciudad alemana de Munich. Por aquel entonces ya tenía profundamente arraigados sus ideales.
La Primera Guerra Mundial le sorprendió en Alemania en cuyo ejército se enroló como voluntario. Por su arrojo obtuvo varias condecoraciones y fue herido en 1916.
La derrota alemana le causó una profunda consternación y responsabilizó de ella a los políticos socialistas, comunistas y judíos quienes, según él, habían asestado desde la retaguardia una “puñalada por la espalda” al valeroso ejército alemán. Consideró la firma del Tratado de Versalles como una humillación inaceptable y se impuso la tarea de devolver a Alemania su papel de potencia respetada y temida en el mundo. En 1919 Hitler se afilió al pequeño Partido de los Trabajadores Alemanes. Un año más tarde esta formación adoptó el nombre de Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores, cuyas siglas fueron NSDAP, más conocido por Partido Nazi.
Por otro lado, el capitán de las SS, Erich Priebke, estaba acusado de participar en el homicidio continuado y aprobado de 335 personas el 24 de marzo de 1944, el 2 de noviembre de 1955 la Corte Suprema de Justicia aprobó su extradición. Llegó a la Buenos Aires el 14 de noviembre de 1948.

Por Javier Arguindegui
javierarguindegui@hotmail.com


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