Una empresa local lanzó al mercado un nuevo tipo de bolsa que es 100% biodegrabable y compostable, esto quiere decir que vuelve a la naturaleza en forma de abono en sólo 180 días. Cabe destacar que el producto resulta interesante en pos del cuidado del medio ambiente, ya que una bolsa de plástico común requiere 400 años para descomponerse.
La nueva bolsita, fabricada por Plastimi SRL , se comercializa desde hace ocho meses en Posadas, pero se dio a conocer durante el 1º Foro de Sustentabilidad y Construcción del Nea, llevado a cabo el jueves en el Complejo La Aventura de Posadas.
El nuevo producto promete convertirse en abono junto a materiales orgánicos en 180 días, según explicó Noemí Edith Cermesoni, de Tritellus, agente exclusivo Novamont Spa - Bioplástico Mater-Bi.
Dicha empresa comercializa en el país el plástico biodegradable compostable con el que se fabrican las bolsitas en Posadas. “Se trata de un plástico ideal para acompañar la gestión de residuos sólidos urbanos orgánicos. Acá en Posadas ya hay una empresa que está fabricando las bolsas que se puede proveer para este fin, siempre pensando en que lo ideal es hacer una separación en origen del residuo orgánico e inorgánico”, sostuvo la ingeniera especialista en bioplásticos.
Eduardo Guelman, director de Plastimi SRL , explicó que son muy pocas las empresas que fabrican este tipo de productos. "Se desintegran en composteras junto a los residuos orgánicos, agua y oxígeno en muy poco tiempo", dijo. Las bolsas son fabricadas a partir de materias primas naturalmente renovables. Se trata de una innovadora familia de bioplásticos que utiliza sustancias obtenidas de plantas, como almidón de maíz y polímeros biodegradables obtenidos de materias primas renovables y fósiles. Estas vienen en forma de gránulos y pueden procesarse mediante la transformación más común en técnica de plásticos, la extrusión.
"Es ideal para aquella persona que elabora abono en su hogar. Pero hay que tener en cuenta que la separación de residuos es esencial", dijo Guelman.
Cermesoni explicó que los bioplásticos son nuevos materiales que pueden sustituir a los plásticos convencionales respetando el medio ambiente y generando también un circuito económico.
Asimismo, señaló que “hay una diferencia importante entre degradación y biodegradación. Para esto último hay que hablar de un microorganismo que lo consume y lo transforma en energía. Una bolsa de las que se hacen en bioplástico mater-bi se biodegrada completamente en un entorno de compostaje, es decir donde hay microorganismos agua y oxígeno. Y tiene certificación internacional que asegura que en un tiempo máximo de 180 días, la bolsa se va a biodegradar al mismo tiempo que las sustancias simples de la comida y otros residuos orgánicos”, agregó.
Sobre la aceptación a nivel país del producto, “es muy buena. Principalmente porque trabaja de la mano de la gestión de residuos, que es un problema no sólo argentino sino también mundial”, dijo Cermesoni.
Además, sostuvo que en Argentina, la mitad de la basura que se genera es residuo orgánico. “En otros países del mundo es mucho menor, alcanza el 20% o 30% y en Argentina, según el Observatorio Nacional de Residuos de la Secretaría de Ambiente de la Nación, es del 50%. Por lo que si seguimos enterrando basurales, la mitad de lo que generamos esta produciendo contaminación”, destacó.
En cuanto a Misiones, “empezamos a trabajar hace un tiempo con la empresa Plastimi y lo que vemos es mucha aceptación de parte del ciudadano común al que le interesa involucrarse en una gestión sustentable de los residuos”, indicó.
La especialista remarcó que para que toda gestión ambiental sea sustentable, tiene que tener tres ítems importantes: los ciudadanos, la parte pública y la parte privada. “Estos tres hacen la simbiosis para lograr una gestión sustentable. Y es que el ciudadano quiere buscar soluciones porque sabe que la basura la generamos todos y de eso surge la contaminación. Quizás hagan falta más políticas públicas que apoyen este tipo de gestión”, analizó. Así, resaltó que “la basura orgánica puede convertirse en un abono a través del compostaje con muy poco costo económico y puede ser reutilizado en las mismas ciudades en parques y jardines, huertas y rellenos. Hay muchas opciones de uso si el compost no quiere certificarse, pero si se certifica también puede ser comercializado”.
Guelman indicó que otra de las ventajas es que las nuevas bolsas pueden ser utilizadas en biodigestores, junto con basura orgánica para generar gas metano.
Para saber diferenciar
BIODEGRADABLE: Un plástico de este tipo puede descomponerse en condiciones que se dan en la naturaleza, mediante la acción enzimática de microorganismos, transformándose en nutrientes, dióxido de carbono, agua y biomasa. Son fabricados a partir de recursos naturales renovables (almidón) o de algunos poliésteres sintéticos.
COMPOSTABLE: Este tipo de bioplástico sirve para hacer compost o abono orgánico, sin dejar residuos tóxicos visibles o distinguibles.
OXO-DEGRADABLE: Como los oxo-biodegradables, son materiales que desarrollan la descomposición por un proceso de etapas múltiples usando aditivos químicos para iniciar la degradación.