Otro joven de Puerto Iguazú irá a debate acusado de femicidio

Miércoles 14 de agosto de 2019 | 00:30hs.
Ruth tenía 17 años y murió de un balazo en el pecho.
Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar

Tras un año de pesquisa, la Justicia decidió en los últimos días formular el requerimiento de elevación a juicio por el asesinato de Ruth Gómez (17) y de esta forma otro muchacho de Puerto Iguazú será juzgado por el delito de femicidio.
La medida fue dispuesta por las autoridades del Juzgado de Instrucción Tres de dicha ciudad, quienes coincidieron con sus pares de la Fiscalía de la misma circunscripción al considerar tener todos los elementos suficientes como para dar por agotada la instrucción del hecho. 
Ahora, el próximo paso será remitir el expediente al Tribunal Penal Uno de Eldorado, cuyos responsables deberán fijar fecha para la realización del correspondiente debate oral y público para esclarecer el caso. 
Cuando se llegue a esa instancia, será Ariel D. (24), ex pareja de la adolescente, quien ocupará el banquillo de los acusados y ante la Justicia deberá responder bajo la imputación del delito de femicidio, figura que prevé una pena de prisión perpetua en caso de ser hallado culpable.
De igual forma, también existe la posibilidad de que el implicado decida evitar su exposición pública en un debate y acordar un juicio abreviado en el cual termine admitiendo su responsabilidad en el hecho, tal como lo hizo recientemente Carlos Daniel Batista, ahora condenado por el femicidio de María Belén Rivas (16) cometido en 2017, también en la Ciudad de las Cataratas.

Última pericia 
A comienzos de mayo El Territorio había adelantado que el caso estaba próximo a cerrarse, pero para ello restaba todavía el resultado de las últimas pericias que habían sido solicitadas de parte de la fiscalía encabezada por Horacio Paniagua. 
Lo que se había pedido era un informe respecto a la trayectoria de la bala calibre 22 que impactó en el pecho de la muchacha provocándole la muerte y el pedido estaba fundamentado en la voluntad de recolectar más pruebas y evidencias que sirviesen para avalar o contrarrestar la versión del principal sospechoso, quien en su momento había declarado que el asesinato se dio en forma accidental y en el marco de un forcejeo. 
Semanas después, uno de los informes llegó a manos de las autoridades que instruyeron el caso y el estudio hecho por expertos en criminalística y forenses determinó que el trayecto del proyectil fue de arriba hacia abajo y que la bala se terminó alojando entre las vértebras D8 y D9. 
Pero eso no fue todo, los resultados además indicaron que en el cuerpo de la víctima se descartaron lesiones por “chamuscamiento y ahumamiento de piel” en la herida de arma de fuego sufrida.
Estos términos técnicos se traducen en marcas que quedan en la piel cuando se producen disparos a una distancia menor a los 10 centímetros, lo cual en este caso, con esos resultados, quedaría descartado e inclinaría el hecho hacia la hipótesis de que el tiro se produjo a mayor distancia y esto a su vez reduciría la posibilidad de que el impacto se haya producido en el marco de un forcejeo.

Trama del caso
El femicidio de Ruth Elizabeth Gómez (17), más conocida como la China, fue descubierto durante la noche del 22 de julio del 2018 y ese mismo día fue detenida su pareja, quien registraba denuncias en su contra por hechos de violencia de género perpetradas contra la joven.
La trama comenzó a develarse cuando ese domingo, cerca de las 23, una hermana del acusado se presentó junto a su madre en la Comisaría Tercera de Puerto Iguazú. Allí la joven narró que su hermano les había contado de una discusión mantenida con Ruth, tras lo cual ella intentó atacarlo y luego terminó suicidándose.
Fue en ese mismo contexto que el joven le había contado a su familia que se iba a ir a Andresito, viaje que alcanzó a concretarlo pero luego fue convencido para que regresara.
Conocido todo esto, los efectivos policiales fueron hasta la vivienda del hecho y tras forzar el candado de ingreso, se toparon con la escena.
La víctima presentaba un orificio de bala en la mama izquierda, por lo que rápidamente se descartó la teoría de un suicidio y por los primeros indicios establecieron que la muerte pudo haberse producido durante la mañana.
Para ese entonces, el sospechoso ya estaba nuevamente en Iguazú y poco después de la medianoche fue detenido, tras lo cual incluso indicó que se deshizo del arma en el trayecto hacia Cataratas.
Los uniformados recorrieron la zona y efectivamente dieron con el arma de fuego: un revólver calibre 22 milímetros.
A mediados de agosto, en tanto, el juzgado interviniente ordenó que se realice la reconstrucción del hecho y el imputado regresó a la vivienda donde Gómez fue asesinada en las 2.000 Hectáreas.
Durante el procedimiento encabezado por el magistrado Martín Brites, el muchacho ratificó su versión de que el disparo se dio en forma accidental y ante las partes intervinientes realizó una teatralización de su relato.
Ante la atenta mirada de las autoridades, el joven recordó la secuencia de hechos ocurridos el 22 de julio e indicó que en determinado momento Gómez le hizo “una escena de celos”, que posteriormente derivó en una acalorada discusión.
Fue en ese marco en que, siempre según sus dichos vertidos en ese momento, la muchacha tomó el arma calibre 22 con la que él contaba por ser cuidador de un depósito lindante, apuntó y disparó en su contra, sin dar al objetivo.
Tras ello, el joven relató que en ese momento se produjo un forcejeo y fue en esas circunstancias en que el arma de fuego volvió a accionarse accidentalmente y el disparo terminó dando contra la chica.
A continuación, el muchacho explicó a las autoridades que, luego del disparo, se sintió confundido, por lo que cubrió el cuerpo de su novia, tomó el arma y se fue de la vivienda en moto hasta la ruta nacional 12 y posteriormente caminó en sentido hacia las Cataratas y en una zona de malezas descartó el revólver que era propiedad de su empleador.
Al margen de su versión, en contra del muchacho además pesan algunos hechos y denuncias por violencia de género que fueron radicadas por la joven meses antes.
Inmediatamente después del crimen, varias amigas de la víctima recordaron que los constantes episodios de violencia de género que la muchacha sufría y, sin ir más lejos, se constató que el 15 de abril de ese año, cuando Gómez todavía tenía 16 años, se presentó en la Comisaría de la Mujer y denunció al sujeto ahora imputado.
Según se pudo saber, en esa instancia la joven fue rescatada por una trabajadora social que la encontró tendida en el suelo y lastimada luego de sufrir una golpiza por parte de su pareja por no haber cocinado.