Policías sospechados en robo de droga piden eximición de prisión

Sábado 15 de agosto de 2020 | 08:10hs.
La pesquisa se inició tras la desaparición de un kilo de cocaína del depósito de decomisos de la Seccional Tercera.
Daniel Villamea

Por Daniel Villamea Corresponsalía Oberá

Se avecinan horas decisivas en el marco de la investigación por la desaparición de un kilo de cocaína del depósito de decomisos de la Seccional Tercera de Oberá, escándalo que ya derivó en el pase a situación de disponibilidad de tres efectivos de la División Toxicomanía de la Unidad Regional II.

Se trata del subcomisario Carlos Ariel L., el sargento Mauro Maximiliano M. y la cabo Ariatna Agustina A., cuyas respectivas defensas solicitaron ayer la eximición de prisión ante el Juzgado Federal de Oberá, que entiende en la causa.

Según averiguó El Territorio, los tres implicados fueron las últimas personas que accedieron al depósito de secuestros de estupefacientes.

En tanto, hasta el momento ninguno de los tres declaró en sede judicial ni fue citado por Asuntos Internos de la Policía de Misiones, a cargo de la instrucción del sumario interno, puesto que la investigación penal fue asignada a la Gendarmería Nacional Argentina (GNA).

Fuentes del caso precisaron que en su condición de jefe de Toxicomanía, el subcomisario Carlos Ariel L. debía supervisar cada uno de los ingresos al depósito, por lo que en principio habría incumplido en sus deberes como funcionario público.

En cuanto a los subalternos apuntados, trascendió que fueron los últimos que ingresaron al depósito con el fin de resguardar un nuevo decomiso, aunque según el protocolo debían ser acompañados por un superior que ese día no se presentó, sugestivamente.

En este punto cobra relevancia la responsabilidad del jefe de la división, ya que sólo él y su segundo al mando tenían la potestad de abrir y cerrar el depósito, tal como ratificaron desde la propia fuerza.

Grave antecedente
Tampoco fue la primera vez que el subcomisario Carlos Ariel L. fue puesto en disponibilidad por la Jefatura de la Policía de Misiones, ya que se trata de uno de los trece policías imputados por el brutal homicidio de Hugo Miguel Wasyluk (38), cuyo cadáver fue hallado el 26 de abril del 2011 en una celda de la Seccional Primera de Oberá.

A pesar de la gravedad de dicha imputación en una causa elevada a juicio, por directivas de la superioridad desde hace varios años el citado oficial está al frente de Toxicomanía y su gestión fue blanco de innumerables críticas por los escasos decomisos realizados.

Asimismo, voceros judiciales cuestionaron que hasta ayer el citado se desempeñó en el cargo, por lo que habría tenido la posibilidad interferir en la investigación.

Incluso, citaron que habría proporcionado algún tipo de información que derivó en posteriores allanamientos, en uno de los cuales personal de GNA encontró una pequeña dosis de cocaína.

Dicha circunstancia ya fue notificada a las autoridades judiciales y podría derivar en la anulación del procedimiento.

Se trata del operativo donde se halló la sustancia que será sometida a una pericia química para confirmar o descartar coincidencias con el lote al que pertenece la droga desaparecida.

El faltante es parte de un lote decomisado el 28 de septiembre del año pasado en un procedimiento que se concretó en la localidad de Campo Viera.

En aquella ocasión un hombre de 50 años fue detenido con varios panes de cocaína de máxima pureza, secuestro que arrojó un peso total de 4,213 kilogramos divididos en cuatro paquetes, de los cuales desapareció uno.

En aquel momento las autoridades de la Jefatura de la Policía precisaron que se trataba de “cocaína de máxima pureza”. Se estima que la cantidad desaparecida se cotiza en alrededor de 1.500.000 de pesos.

Próximas medidas
Tras el pase a disponibilidad de tres efectivos de Toxicomanía, al menos de manera institucional se estarían deslindando las responsabilidades del caso, aunque aún resta avanzar en el ámbito judicial.

En tal sentido, no se descarta que durante el fin de semana las autoridades del Juzgado Federal tomen medidas de prueba con asistencia de personal de Gendarmería, ya sea declaraciones como otros procedimientos.

Al respecto, una alta fuente comentó: “Estamos tomando todos los recaudos del caso porque es un asunto muy grave y no se puede descartar ningún tipo de implicancia. Por ello se solicitó la intervención de Gendarmería, para transparentar la investigación”.

En ese contexto, la solicitud de eximición de prisión de los tres policías que hasta el momento están bajo la lupa no hace más que confirmar la existencia de indicios comprometedores.

Tal como viene publicando este diario, si bien el estupefaciente que desapareció se hallaba en resguardo dentro del edilicio de la Seccional Tercera, el control de la misma era exclusiva responsabilidad del personal de Toxicomanía y sólo ellos disponían de las llaves del lugar.

Un dato clave indica que la puerta de acceso al depósito no fue forzada, por lo que quien o quienes tomaron la cocaína contaban con llaves, lo que no hace más que complicar la situación del personal a cargo.

El faltante salió a la luz en el marco de un control de rutina, previo al proceso de incineración de la droga.


Marihuana “deshidratada”

El escándalo no se agota en el faltante de cocaína, ya que la pesquisa encabezada por el juez Alejandro Gallandat Luzuriaga también avanzó en el control de un lote de una importante carga de marihuana incautada.

En principio, el peso que arrojó la droga no coincidió con lo que se había secuestrado -alrededor de 4 toneladas-, al punto que habría disminuido un 15 por ciento del volumen original.

Sin embargo, según precisaron altas fuentes, todo indicaría que se trató de una “deshidratación” de la marihuana, algo que muchos conocedores coinciden que sucede.

Por ello se realizó un conteo pan por pan y no se detectaron faltantes. Es decir que si bien ahora pesa menos que cuando fue incautada, no faltaría droga en ese lote.

De todas formas, las autoridades intervinientes insistieron con que se hará una inspección más exhaustiva.