Produce hongos gourmet y busca satisfacer la creciente demanda

Viernes 16 de octubre de 2020 | 02:00hs.
Su pasión por el reino fungi la llevó a emprender.

Por Esteban Bueseck interior@elterritorio.com.ar

Hace tiempo quería hacerlo, pero este año Gabriela Flach se animó y se lanzó a emprender. 

Esta estudiante de ingeniería química asegura que siempre le apasionó el reino fungi y por eso leía constantemente al respecto.

“Tenía mucha teoría pero nada de práctica”, contó a El Territorio la capiovicense desde su taller de producción. “La primera prueba no salió bien, la segunda salió muy bien y entonces en enero de este año decidí comenzar la producción”, recordó.

En poco tiempo empezó a hacerse conocida entre chefs y trabajadores gastronómicos que buscan innovar en sus platos. Actualmente casi todos los hongos comestibles que se consumen en la provincia llegan desde otras partes.

Por eso consideró que encontró
“un nicho de mercado que no estaba explotado y como me encanta la micología y tengo una fascinación por los hongos, por verlos crecer, comencé con esto. Pero la idea también es tratar de difundir el conocimiento y que más personas los incorporen a su dieta, que los valoren y los distingan”.

“En Misiones tenemos un clima ideal para los hongos por la temperatura y la humedad que hay. Y lo que me sorprendió es que no se conoce de ningún emprendimiento. Investigando y hablando con mi familia supe de una persona que años atrás producía hongos en Puerto Rico, pero como ya falleció no pude conocer cómo fue su experiencia. Hay algunos productores, pero todo está surgiendo muy de a poco y yo me lancé”, comentó la emprendedora de gírgolas que produce bajo la marca Urupé, que en guaraní significa hongos.

Proyección
Desde que arrancó, a principios de año, ni la pandemia la frenó y ya comenzó a ampliar la sala de trabajo ante la constante llegada de pedidos de nuevos clientes.

“Siempre me dijeron que hay posibilidad de exportar, algo que me parecía exagerado pero ahora veo que yo no puedo satisfacer la demanda de hongos que hay en Misiones, entonces me doy cuenta de que sí es posible. La idea es producir a mayor escala y ahí sí apuntar a otros mercados”, anticipó.

Comentó que la mayor demanda en la provincia es de hongos frescos. “Para mantenerlos así tienen que pasar por un proceso donde se le colocan sulfitos, yo trato de no utilizar sulfitos para que sean lo más naturales posibles”, destacó.

Actualmente la capacidad de producción varía entre los 25 y 30 kilos por mes, pero influyen mucho los factores climáticos o que a la producción no ingresen otros hongos como el moho verde, que invade todo el sustrato y se debe descartar la producción.

“Es muy alto el cuidado que hay que tener a la hora de hacer la inoculación de los hongos. Hay que usar barbijo, guantes, alcohol, desinfectar todo para eliminar la mayor cantidad de contaminantes que puedan intervenir”, detalló sobre la labor que realiza.

Proceso
El proceso de producción es largo y meticuloso pero muy apasionante. Todo comienza con el inóculo, generalmente una semilla de avena o sorgo que está invadida por el micelio del hongo. La semilla es el soporte del hongo donde éste se propaga.

“Por otro lado necesito el sustrato, que por lo general es aserrín o viruta de árboles que no sean resinosos, yo uso eucaliptus o paraíso. De ahí necesito pasteurizar ese sustrato, luego se lo lleva a una olla de pasteurización. Se lo saca, escurre, se logra una temperatura adecuada y lo vuelco sobre una mesa desinfectada y lo inoculo con la semilla”, amplió Flach.

El siguiente paso es, en baldes desinfectados colocar el sustrato con la semilla, tapar y colocar en el sector de incubación dos o tres semanas. “Una vez que todo el balde está invadido por el micelio del hongo, hago un shock térmico para inducir al hongo al cambio de estación (como pasa en la naturaleza). Luego va a otra sala de fructificación con una temperatura adecuada (21° en promedio y humedad 80%) y en unos días más ya están saliendo los hongos”, añadió Flach.

“Salen muy ricos. Mis papás que no están acostumbrados a comer hongos fueron los primeros en probar y les encantó. Ahora la idea es seguir capacitándome y expandir el proyecto. En Misiones todavía es exótico el consumo de hongos, pero esto es lo que se viene, es un mercado en boga en todos lados y está para ser explotado”, concluyó.