Por Silvia Godoysociedad@elterritorio.com.ar
En octubre se cumplirán dos años de la sanción de Ley Provincial de
Danza, que declara esta actividad de interés público por ser patrimonio
artístico y cultural y una herramienta para el desarrollo social.
La normativa aprobada en 2017 por la Cámara de Representantes de
Misiones es pionera en el país y supone un espaldarazo para la
profesionalización de esta rama del arte y su fomento.
Sin embargo, aunque ya fue reglamentada, aún no se avanzó en la creación
del Instituto Provincial de la Danza, que es el órgano de aplicación y
condición para que se efectivice la letra plenamente.
La innovadora ley pone al instituto en la órbita del Ministerio de
Cultura y Educación y le reconoce “independencia funcional, económica y
administrativa”.
Por ello, los artistas que integran el Movimiento de la Ley Provincial
de Danza, buscan acelerar este proceso a instancias de la apertura del
instituto y luego, con el empadronamiento de los trabajadores de la
danza.
Gabily Anadón y Soledad Berta, bailarinas, coreógrafas y docentes, son
parte de este colectivo que brega por el cumplimiento de la ley y en una
entrevista con El Territorio expresaron que tienen la esperanza de que
el año que viene se ponga en marcha, finalmente, el Instituto de la
Danza.
Con este objetivo, los artistas movilizados se han reunido con autoridades y elevado notas e ideas.
“Creo que la puesta en marcha del instituto será un salto, un antes y un
después. Creemos que podemos revolucionar Misiones con la fuerza y la
energía de la danza. Claro que eso también depende de una decisión
política, pero por nuestra condición de frontera podemos pensarnos como
el corazón del Mercosur y desarrollar un proyecto que en algunos años
nos lleve a un lugar de protagonistas”, comenzó Anadón, acerca de la
necesidad de la pronta implementación de la ley.
Indicó además que el movimiento de la ley de danza no es una asociación
sino que se trata de un colectivo horizontal, “somos gente que amamos el
arte y que hace años venimos trabajando para jerarquizar la profesión y
también para que salga la ley, porque fuimos parte de toda esta lucha y
también colaboramos en la realización del organigrama del instituto,
eso es algo bueno, porque siempre nos consultaron. Ahora sólo falta la
designación del personal y el lugar físico, porque no sabemos dónde va a
funcionar”.
A su vez, Berta remarcó que, “con la ley, vamos a llegar y hacer
accesible la danza a más personas, porque Misiones tiene una gran
tradición en el baile y podrá ser parte de las currículas de las
escuelas y también tiene que estar presente en los barrios, como
herramienta de integración y de inclusión social”.
En este trayecto de visibilizar la expresión del baile como medio de
transmitir cultura e identidad, Anadón sostuvo que simbólicamente fue
cobrando fuerza el Día Internacional de la Danza, el 29 de abril, “como
una fecha de festejo, de mostrar lo que hacemos, de celebrar el arte
pero también de visibilizar la necesidad de que haya políticas públicas
en torno a nuestra profesión”.
En este sentido, consideró que la Ley de Danza de Misiones, que es la
primera en el país, “nos reconoce como trabajadores, es como un abrazo
del Estado, porque nos visibiliza como profesionales y, al mismo tiempo
implica que estemos más cerca, porque podemos conformar un gremio y
defender nuestros derechos. Si estamos unidos y tenemos claro cuáles son
las necesidades del sector será mejor para vincularnos con el
instituto, una vez que funcione”, dijo.
Calidad y desarrollo
Anadón consideró que uno de los puntos fuertes de la norma tiene que ver
con la generación del observatorio de la danza, “se debe montar un
laboratorio con tecnología de punta y que permita investigar y
desarrollar proyectos innovadores para todos los géneros y estilos. Y lo
que veo también como importante es que todo esto pueda llegar al
interior, porque tenemos en Posadas unos espacios de formación muy
amplios, también Oberá es otro polo cultural, pero en otras localidades
hay muchísimo talento pero falta la promoción y el acceso”, concluyó.