Richard Schunke cae arrodillado en el césped del estadio La Olla de Asunción. La lluvia lo bendice, lo abraza, le hace un guiño. El futbolista misionero empieza a saborear el título de la Copa Sudamericana con Independiente del Valle e inicia una carrera de festejos que culminó ayer cuando, tras la recepción en el aeropuerto de Quito, hubo caravana y el clímax en la ciudad de Sangolquí.
“No sé si me desperté todavía, no dormí nada, salvo en el avión un poco a la mañana cuando volvíamos. Anoche (sábado) estuvimos de festejo, no dormís, estás a mil. Después estuvimos hasta las 5 de la tarde festejando, vamos a ver mañana (hoy)”, confesó el defensor de 25 de Mayo a El Territorio el día después de haber obtenido la corona de la Copa Sudamericana tras vencer 3-1 a Colón.
¿Cuáles fueron las primeras sensaciones?
Las primeras sensaciones dentro de la cancha, apenas terminó el partido, fueron de alegría, felicidad, de darle gracias a Dios por esta oportunidad.
¿En qué momento dijiste “somos campeones”?
Un poco con el 3-1 pensaba en sentirme campeón pero automáticamente volvés y decís ‘hay que esperar que termine el partido y seguir trabajando. Estoy contento, lo primero que pasó: me arrodillé contra el piso, me levanté. Justo estaba (el otro argentino Cristian) Pellerano enfrente mío y nos abrazamos, fue algo lindo. Es una copa internacional.
¿A qué le atribuís el logro?
La clave fue seguir manteniendo una convicción a lo que venimos haciendo, a lo que trabajamos, por ahí te puede salir o no, como en el 2-1, que nos tocó defender. Pero intentar cuando tenés la pelota, provocar algo y es lo que quisimos hacer. Y estar intensos y agresivos en la línea de fondo, no dejar darse vuelta a los delanteros. Somos un muy buen equipo, en cuanto a lo táctico, todos corrieron. Cada uno sabía lo que tenía que hacer.
Richard tenía experiencia en la Sudamericana con Deportivo Cuenca y también jugó la fase clasificatoria para entrar a la zona de grupos de Libertadores con Independiente del Valle, ayer, más reflexivo explicó: “No sé si era el objetivo que más deseaba, pero el club insistía mucho en ser campeón, porque siempre estuvo muy cerca. Y la gente te lo hace sentir acá. Sí deseaba salir campeón, a veces lo ves tan lejano que no lo pensás. Pero a medida que fueron pasando las fases, uno se pone un poco a pensar. La verdad no hay que pensar mucho en jugar finales, sí en ir partido a partido; para mí eso nos hizo llevar a la final”.
“Soñé en jugar en equipos importantes, en primera de Argentina. Pero salir campeón es un poco mayor”, subrayó.
¿En qué momento te agarra este logro?
En el mejor momento de mi carrera, igual uno sigue creciendo y aprendiendo de todas maneras. Siempre el crecimiento va a durar hasta que termine de jugar
¿A quiénes va dedicado?
Para mi mamá (Evoni) que hoy (ayer) cumple años, que fue a la cancha, a mi familia. A Dios por esta oportunidad.
Y ahora, ¿qué se viene?
Lo que se viene es la Liga, la liguilla. Trataremos de pelear lo que se pueda. Es el comienzo de algo importante, tenemos que seguir creciendo. Ojalá se den más títulos, trato de crecer como persona y jugador y la vara siempre se tiene que elevar. Lo importante es que este torneo no sea un obstáculo para conseguir el siguiente.
