Rompió sus propias barreras: es sordo y trabaja en atención al cliente

Sábado 17 de agosto de 2019 | 03:00hs.
Santiago perdió la audición a los casi 2 años de edad. | Foto: Marcelo Rodríguez
Belén Spaciuk

Por Belén Spaciukinterior@elterritorio.com.ar

Santiago Hanza (25) es oriundo de Wanda, es sordo y argentino, tal cual expresa el cartel que pegó en el vidrio de su oficina de trabajo para que los clientes que se acerquen a cargar la Sube tengan consideración y se expresen con paciencia.
En el competitivo mundo laboral, Santiago corre con desventaja. Pero eso no representa un impedimento para él porque, según afirmó, “afronto al trabajo y mi situación como un desafío para enfrentar y superar la barrera comunicacional”.
El joven trabajador nació con audición normal pero una enfermedad le causó la sordera a los casi 2 años de edad. Aprendió a hablar luego de 12 forzosos años de fonoaudiología. Tiene un implante coclear que le permite escuchar a muy corta distancia, aprendió a leer los labios y maneja la Lengua de Señas Argentina (LSA). Estudió en una escuela especial y una escuela común en simultáneo. Actualmente es alumno de la Tecnicatura Universitaria en Lengua de Señas Argentina y trabaja en las oficinas del Sube Misionero, para la empresa de Servicios Urbanos, en el Posadas Plaza Shopping.
Transcurrieron dos extenuantes años buscando un empleo. No fue fácil el camino y muchas puertas se le cerraron sin explicación alguna, dejando en evidencia la discriminación constante que siguen sufriendo las personas con discapacidad. A pesar de ello, Santiago nunca bajó los brazos y afrontó cada circunstancia con ese espíritu luchador y positivo que lo caracterizan.
Tampoco le resulta sencillo desempeñarse en una oficina de atención al cliente, esa típica ventanilla que amerita el diálogo obligatorio.
Sin embargo, gracias a su esfuerzo constante y al curioso cartel que pegó en la ventanilla de su oficina, Santiago trabaja cómodo y se siente incluido.
“Puse el cartelito para que los clientes sepan que soy sordo, de manera que me entiendan y tengan un poquito más de paciencia. Porque nos podemos comunicar, sólo hay que buscar la forma de socializar. Hay muchas formas de comunicarnos con los demás, no solamente hablando y lo más importante para los humanos es aprender a conectarnos”, manifestó expresó en diálogo con El Territorio.
Y agregó: “Me llevó tiempo enseñarles a los clientes que los sordos percibimos visualmente. Nuestros oídos son los ojos, porque mirando las señas o incluso leyendo los labios, muchas veces entendemos lo que nos quieren decir. Hay muchas formas de comunicar, y es importante recalcarlo”.
El joven trabajador se mostró agradecido con sus compañeros, que aprendieron a utilizar algunas señas para comunicarse rápidamente con Santiago. También recordó el apoyo y acompañamiento de su familia: “Me incentivaron y estimularon desde siempre. Hoy soy fuerte e independiente gracias a eso”.
“Quiero valerme por mí mismo, porque es posible, porque sé que puedo llegar a donde quiera”, concluyó el joven.