Por Belén Spaciuksociedad@elterritorio.com.ar
“Buscamos con esta iniciativa demostrarles a todos que nuestro planeta
está en peligro y que debemos hacer algo para salvarlo. Con pequeños
aportes y trabajo en equipo, podemos hacer cosas maravillosas”,
comenzaron resaltando los alumnos del Instituto San Basilio Magno acerca
de la particular temática que presentaron este año en la Estudiantina
2019.
“Somos La última resistencia, porque todavía está en nuestras manos la
posibilidad de salvar al planeta”, expresaron los jóvenes que en esta
edición, llevaron adelante acciones concretas que los convierten en
verdaderos portaestandartes de la preservación del mundo. Los alumnos
del San Basilio supieron articular el brillo, el color y la belleza que
todos los años los caracteriza, con materiales reciclables en sus
trajes, tocados, instrumentos y carrozas. Así, los tocados de las
chicas, no llevan plumas sino botellas plásticas. Los instrumentos
también tienen objetos descartables y la carroza es la restauración de
un viejo carro.
Además de un gran trabajo en equipo y una cuota extra de preparación,
los chicos destacaron que es una idea que pretenden seguir de ahora en
adelante y que esperan contagiar al resto de los establecimientos. “El
hecho de tener tocados hechos de botellas de plástico no sólo permite
que podamos utilizar materiales que otros descartan y convertirlos en
estas maravillas. Sino que también facilita la posibilidad de que muchas
chicas que quizás por cuestiones económicas no podían participar de la
estudiantina, ahora sí pueden. Porque nos ahorramos muchísima plata”,
comentaron Valentina, Sofía, Lucila, Antonella, Florencia, Luana,
Mariela, Micaela, Shaiel, Constanza y Melany.
“Un tocado está hoy aproximadamente 5.000 pesos si pertenecés a la
escuadra y 10.000 pesos si tenés un traje especial. Y este año, en
nuestros tocados gastamos entre 100 y 150 pesos y logramos algo
maravilloso, dejando además una propuesta ecológica y aprendiendo el
valor de trabajar en equipo y pensar en el otro”, contaron.
En relación a la preparación “Nos llevó bastante tiempo porque hicimos
un curso de capacitación para armar los tocados y recibimos mucha ayuda
de los padres asesores y profesores. Era una idea muy riesgosa porque
dependía de mucho tiempo y esfuerzo”, dijeron.
“Al principio no le veíamos mucha forma al proyecto porque siempre se
piensa que trabajar con materiales reciclables no va a dar resultados
sorprendentes. Pero ahora que vemos nuestro trabajo terminado, nos damos
cuenta de que fue una gran idea. Porque, con la capacitación y
dedicación necesaria, logramos hacer muy lindas cosas”, señaló Gustavo
Notario, del Centro de Estudiantes del colegio.
“Lo que queremos representar es el modelo de ecología integral que
intenta transmitir el papa Francisco en su encíclica Laudato Si. Es un
proyecto institucional en el que venimos trabajando desde el año pasado
en todos los niveles. Y, además de cuidar el medioambiente con acciones
concretas, aprendimos a trabajar en equipo y formar un grupo muy unido.
Hoy podemos decir que somos una gran familia”, agregó Notario que, junto
a sus compañeros armaron alrededor de 7000 plumas plásticas.
“La Estudiantina para nosotros es muy importante. A veces, si tenemos un
mal día o simplemente estamos tristes por algo, llegamos al ensayo y
nos olvidamos de todo. Ahí te conectas con lo que te gusta y te
divertís. Además, es nuestra posibilidad de demostrar que podemos hacer
grandes cosas. Estamos muy orgullosos y felices por lo que logramos para
este año”, resaltó el alumno, en compañía de los docentes asesores
Susana Ríos y Claudio Luca que, junto a los padres y el resto de la
comisión de docentes, acompañan a sus alumnos en esta prometedora
iniciativa que busca romper los esquemas, contagiar a otros e imponerse
como alternativa ecológica sustentable.
Brillaron en la segunda noche
Con un clima totalmente veraniego, y palcos colmados de público, los estudiantes tuvieron ayer su segunda noche de calle.
Enfocados en generar conciencia, la mayoría de los colegios dejó un
mensaje alentador. Así, tras el paso del San Basilio y su estética
reciclada, el Instituto Inmaculada Concepción desfiló con una carroza
con forma de ballena, enteramente hecha en botellas de plástico ya que
su tema es La destrucción del mundo en manos del hombre.
“Nos enfocamos en todo lo que hace el hombre para contaminación la
tierra, el agua, el aire. Toda la industria, los plásticos, los humos la
tierra él agua”, contó Santiago, parte de la banda de música, previo a
la concentración final con todo su grupo.
Si bien, el viernes tuvieron su estreno, los adolescentes plantearon que
los nervios están ante cada desfile. Así, mientras Santiago entendió
que en el segundo palco se ponen más cancheros y los ritmos salen mejor,
Ayelén y Daniela de la Normal 10 manifestaron tener “los mismos
nervios” del primer día. Las chicas de cuarto participan este año por
primera vez de la gran fiesta y sienten que les permite conocer mucha
gente y compartir con amigos.
Por otro lado, la conciencia también se enfocó en lo social y la
libertad de pensamiento. Así lo entendieron los chicos del Janssen
mientras armaban su gran carroza de estructura desmontable que les lleva
alrededor de tres horas armar.
Insurrección subversiva es el tema que eligieron en esta edición y
refiere a la Argentina de los 80. Ese fin de la etapa de la dictadura.
Haciendo hincapié en la memoria sostuvieron: “Siempre nos dicen que no
tenemos que olvidar el pasado, a toda la gente que dio la vida para
tener, por ejemplo el boleto estudiantil gratis”. Por eso los chicos
recuerdan “grandes injusticias como La Noche de los Lápices” y la
necesidad de la libertad de pensamiento sin miedo a expresarse. Además,
dijeron: “Muchos piensan que la Estudiantina es solo fiesta, que somos
un ‘tiro al aire’, que no es serio, pero queremos dejar un mensaje en la
sociedad”.