Se cierra el círculo sobre nueve policías por el robo de cocaína

Viernes 14 de agosto de 2020 | 00:00hs.
Al depósito ubicado dentro de la Seccional Tercera sólo tenían acceso el personal de Toxicomanía. | Foto: Daniel Villamea
Por Daniel Villamea y Carlos Cardozo 
fojacero@elterritorio.com.ar
Mientras personal de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) mantiene estricta custodia sobre el depósito de decomisos de estupefacientes de la Unidad Regional II de Oberá, donde se constató el faltante de alrededor de un kilogramo de cocaína, fuentes del caso mencionaron que el foco de la investigación se centraría en el accionar de nueve policías.

Al respecto, según las pesquisas concretadas hasta el momento, ocho serían integrantes de la División Toxicomanía y la restante sería un suboficial femenino de la Seccional Tercera.

Tal como publicó El Territorio en exclusiva en su edición de la víspera, si bien la droga que desapareció se hallaba en resguardo dentro del edificio de la Seccional Tercera, el control era exclusiva responsabilidad del personal de Toxicomanía y sólo ellos disponían de las llaves del lugar.

Un dato clave indica que la puerta de acceso al depósito no fue forzada, por lo que quien o quienes tomaron la cocaína contaban con llaves, lo que no hace más que complicar la situación del personal a cargo.

Fuentes de las pesquisas aclararon que los ocho integrantes de Toxicomanía están siendo investigados, ya que todos tenían acceso a las llaves que se guardaban en la oficina de la dependencia, ubicada sobre ruta nacional 14, frente al Parque de las Naciones.

En tanto, la novena implicada sería una mujer policía que trabaja en la Seccional Tercera y estaría en pareja con un civil en cuyo poder se hallaron varios gramos de cocaína, sustancia que será analizada para relacionar o desligar con el lote al que pertenecía la droga desaparecida.

Por ello, se abren al lo menos dos frentes de investigación: por un lado determinar los grados de responsabilidad en la falla de control que posibilitó la sustracción de la droga del depósito y, por otro, el destino final de la misma.

“Difícilmente una sola persona haya podido orquestar todo”, confió una alta fuente.

Posible vínculo    
Con relación a la investigación en curso, para garantizar la transparencia, el Juzgado Federal de Oberá dispuso la intervención de GNA. En paralelo, Asuntos Internos de la Policía de Misiones tiene a su cargo la instrucción del sumario administrativo.

A pesar de la gravedad y repercusión del caso, hasta la víspera todos los policías apuntados continuaban con sus labores habituales, tanto los oficiales superiores como los subordinados, ya que por el momento la Jefatura de la Policía no dispuso de ningún relevo.

Según confirmó este matutino, en el marco de la investigación por la desaparición de la cocaína que se hallaba en el depósito, entre el miércoles y ayer se concretaron dos allanamientos en domicilios de personas que podrían tener algún tipo de vinculación con el caso, aunque se trata de civiles.

En tal sentido, voceros judiciales mencionaron que uno de los casos se logró dar con una cantidad mínima de cocaína, sustancia que será sometida a una pericia química para confirmar o descartar coincidencias con el lote al que pertenece la droga desaparecida.

Si bien no trascendieron mayores detalles para no entorpecer la investigación en curso, como ser el dato que llevó a los pesquisas al domicilio donde hallaron las sustancia, el análisis de esta podría llevar hacia el proveedor y confirmar la procedencia.

Al respecto, este diario averiguó que el secuestro en cuestión se habría concretado en el domicilio de la pareja de una mujer policía que se desempeña en la Seccional Tercera, lo que hasta el momento no fue confirmado de manera oficial.

En tanto, si bien por el momento no se ordenaron detenciones, fuentes del caso no descartaron novedades para las próximas horas, puesto que avanzan en la recepción de elementos de prueba para esclarecer el grave hecho.

Marihuana “deshidratada”
Este medio pudo saber que la pesquisa encabezada por el juez Alejandro Gallandat Luzuriaga también se concentró en establecer si no existe otro faltante de estupefaciente en la Seccional Tercera, por lo que el depósito permanece cerrado, con fajas y custodia de GNA para evitar cualquier manipulación.

A los pesquisas de la fuerza federal les llamó la atención de ausencia de cámaras de seguridad en el lugar.

Asimismo, en la jornada de ayer surgió otro dato alarmante, ya que más allá del faltante de casi un kilo de cocaína, la Justicia Federal también avanzó en el control de un lote de una importante carga de marihuana incautada.

En principio, el peso que arrojó la droga no coincidió con lo que se había secuestrado -alrededor de cuatro toneladas-, al punto que habría disminuido un 15 por ciento del volumen original.

Sin embargo, según precisaron altas fuentes, todo indicaría que se trató de una “deshidratación” de la marihuana, algo que muchos conocedores coinciden que sucede.

Por ello se realizó un conteo pan por pan y no se detectaron faltantes. Es decir, que si bien ahora pesa menos que cuando fue incautada, no faltaría droga en ese lote.

De todas formas, las autoridades intervinientes insistieron con que se hará una inspección más exhaustiva.

Respecto del faltante de cocaína, salió a la luz en el marco de un control de rutina, previo al proceso de incineración de la droga.

Fuentes del caso indicaron que el subcomisario Carlos Ariel L. y el oficial auxiliar Hugo Ariel B., jefe y segundo al mando, eran los únicos que tenían acceso directo al depósito, aunque luego ambos declararon que las llaves se guardaban en la oficina y estaban al alcance de todo el personal.

El lote en custodia

Con relación al origen de la cocaína desaparecida, fuentes del caso confirmaron que el faltante es parte de un lote decomisado el 28 de septiembre del año pasado en un procedimiento que se concretó en la localidad de Campo Viera. En aquella ocasión un hombre de 50 años fue detenido con varios panes de cocaína de máxima pureza, secuestro que arrojó un peso total de 4,213 kilogramos. La mercadería fue valuada en más de cinco millones de pesos. En aquel momento las autoridades de la Jefatura de la Policía precisaron que se trataba de “cocaína de máxima pureza”. Luego la droga fue dispuesta en el depósito dispuesto en dependencias de la Seccional Tercera, pero bajo la estricta responsabilidad de la División Toxicomanía.Se estima que la cantidad desaparecida se cotiza en alrededor de 1.500.000 de pesos.