“Tenemos que manejar todas las probabilidades”

Jueves 28 de mayo de 2020 | 02:00hs.
“Estamos en una situación muy compleja y difícil. Vamos a tratar de llevarla de la  mejor manera”. Dardo Romero, manager de Crucero, no esquivó el crítico momento que atraviesan muchos clubes y en particular el de Santa Inés en esta pandemia.
Sin actividades, la entidad no recauda, aunque tiene gastos que afrontar. El resabio de una temporada trunca es difícil de afrontar para el club misionero, que hace cinco años vivió su etapa dorada cuando disputó el torneo de Primera División.
“Los jugadores fueron licenciados y cada uno volvió a su domicilio, de los que eran de afuera. No están entrenando. La totalidad de los contratos finalizan en junio y el fútbol no va a empezar, entonces están licenciados en su domicilio. El club permanece cerrado porque tenemos que abaratar costos”, comentó Romero en cuanto a la realidad que atraviesa hoy la entidad de Santa Inés.
Con ingresos mínimos, pero gastos fijos, la tarea del manager hoy pasa por tratar de reducir la salida de dinero de las arcas del club. “Estamos en tratativas para dar de bajas los alquileres, porque implican un gasto”, explicó Romero, y agregó: “Yo sigo yendo al club, el principal objetivo es dar de baja los alquileres. Son contratos que hay que rescindirlos y la mayoría se hicieron en agosto, así que no llegamos al año. Estamos tratando de pagar lo menos posible, porque no tenemos. Son 13 departamentos. Creo que esta semana terminamos de entregar todo.

Todo ingreso es bienvenido
En ese panorama complejo de tener que generar ingresos sin un torneo en marcha y sin una fecha concreta para la vuelta del fútbol se mueve Dardo Romero.
El manager contó que “el único aporte fijo que tenemos hoy es AFA”. “Ellos tienen una cuota mensual por la televisación y además de esa cuota nos depositaron cuando vino la ayuda de Conmebol. Nos ayudan, pero es de a poco, a cuentagotas, pero recibimos esa ayuda que recibieron todos los clubes del Federal A”, se explayó Romero.

“Si bien el importe de la ayuda fue distinto (con respecto a clubes de Buenos Aires), en definitiva es una ayuda y a nosotros hoy cualquier ayuda nos sirve, esa es la realidad”, aseguró Romero y dejó al descubierto el momento complicado que atraviesan muchos clubes del ascenso argentino.

En cuanto a la posible vuelta del fútbol, Romero fue cauto: “Se dicen muchas cosas y se leen en redes sociales, pero ni AFA ni el Consejo Federal tienen una fecha de cuando se puede reactivar y reiniciar el fútbol. Es muy difícil con esta pandemia planear algo a un mes” y sumó que “nosotros estamos inmersos en esa incertidumbre de saber cómo y cuándo se va a jugar”.

“El torneo que viene no va a haber descensos. Se terminaría el torneo que se estaba jugando, que quedaban algunas fechas. Ahí se cambiaría el calendario, que iría de enero a diciembre, pero nada está hablado. Mi mayor preocupación es cómo vamos a solventar esos gastos”, confesó el dirigente del Colectivero.
Allí nace otra duda, la que inquieta a muchas personas, y es si Crucero podrá afrontar una nueva temporada en el Federal A. Hoy es muy complicado decirlo y Romero es consciente de eso, por eso fue claro: “Tenemos que manejar todas las probabilidades de lo que puede llegar a pasar”.

“A muchos les va a costar mucho, inclusive muchos seguramente se van a bajar del Federal A. Estos seis meses van a ser muy difíciles para todos. Bajarnos está dentro de las posibilidades, así como también está la posibilidad de seguir jugando. Hoy es difícil decir si nos bajamos o no nos bajamos, pero son posibilidades”, ahondó.

“Hoy lo primero es priorizar la salud, después tendremos tiempo de pensar en los clubes y en el deporte”, aseveró Romero, quien por estos días tiene la difícil tarea de que las finanzas no queden en rojo mientras la pelota está parada. 

Un contexto más que complicado

Diego Vain

Por Diego Vain deportes@elterritorio.com.ar

Si la situación de todos los clubes en la Argentina en general es complicada, la pandemia del coronavirus llegó para marcar aún más esa realidad. La finalización de la temporada y que en el horizonte no aparezca una fecha cercana para el regreso del fútbol incrementó el ya difícil día a día de las entidades. Se bajaron sponsors y las diferentes actividades económicas empezaron a resentirse por la cuarentena, por lo que también comenzaron a retirar los diferentes fondos que aportaban, por ejemplo, a los clubes. Esa realidad impactó directamente a Crucero del Norte y al conjunto de sus compañías de transporte, que dejaron de tener sus habituales rutas comerciales desde que comenzó el aislamiento social y obligatorio el 15 de marzo y solamente realizaron algunos viajes para traer a misioneros que estaban en otros puntos del país. Pero un gran golpe fue el cierre del hotel Grand Crucero. El 28 de abril, Julio Koropeski, propietario del complejo de 4 estrellas de Puerto Iguazú y ex presidente del club de Santa Inés, anunció el cierre del hotel, que dejó a 50 personas sin trabajo, a raíz de la ya conocida desoladora situación que atraviesa la ciudad de las Cataratas. Un día después, el 29 del mes pasado, el club anunció que licenciaba al plantel del Federal A y poco a poco los jugadores fueron regresando a sus respectivos domicilios. Hoy los dirigentes están abocados en resistir, en hacer que el club salga lo menos golpeado posible de esta crisis, para luego poder pensar en volver a sentar las bases para lo que viene, que también será una ardua tarea.